La primera propuesta de reforma del Tubo data de 1989. Nunca se tramitó en el ayuntamiento porque su diseño futurista rompía la imagen tradicional de la zona y solicitaba el derribo de 22 edificios. En el 92, se presentó otro plan que insistía en planteamientos demasiado contemporáneos para el gusto municipal. En 1994 se concedió que el 80% del volumen edificable fuera para oficinas y comercios y en 1998 se permitieron los primeros derribos, aunque el problema de la fachada de plaza de España seguía sin solución. Tras cuatro diseños fallidos, el autor del proyecto, Daniel Olano, consiguió el visto bueno.

El centro de Zaragoza ha subido de precio, tanto en los locales comerciales como en las viviendas, y el complejo Puerta Cinegia es un termómetro. En sus 36 locales y tiendas, alquilar un metro cuadrado cuesta de media 40 euros. Si el establecimiento es exterior y da a la plaza de España, el precio aumenta hasta los 60 euros por metro cuadrado. En Puerta Cinegia también hay 36 viviendas, la mayoría, áticos con vistas sobre la plaza. El precio medio barajado --de compra-- es aquí de 6.000 euros el metro cuadrado.

Los 70.000 visitantes diarios que espera el nuevo Tubo tendrán una distracción pionera en Zaragoza: en la confluencia de sus tres accesos se ha instalado una pantalla gigante de seis metros cuadrados que tendrá una programación audiovisual propia; Puerta Cinegia ha contratado a un empresa de Madrid especialista en este tipo de sistemas.