Los profesores universitarios temen que la aplicación de la nueva normativa reguladora de la dedicación del profesorado del campus suponga un ERE y "muchos" despidos. Así lo expusieron ayer CSIF, CCOO y UGT en la concentración celebrada a las puertas del Paraninfo en la que mostraron su rechazo a esta normativa que aumenta de 240 a 300 horas las horas de docencia y que, previsiblemente, se pondrá en marcha el curso 2015-16.

Los sindicatos habían pedido que, en este incremento se tuviera en cuenta las horas dedicadas a otras actividades docentes como tutorías, la elaboración de guías docentes o trabajos de fin de grado, pero el Consejo de Gobierno aprobó ayer la normativa sin atender esta petición. "Además, hay una descarga horaria, pero está en función de la disponibilidad presupuestaria de la universidad y, tal y como está la situación, no sabemos si se van a llevar a cabo o no", indicó Caridad Sánchez, de CSIF.

Los docentes aseguran que apenas algo más del 50% de los funcionarios cumplen las premisas de investigación exigidas para efectuar esa descarga horaria, lo que repercutirá, en su opinión, en los contratos laborales. "Los que no cumplen aumentarán sus horas de docencia, por lo que sobran contratados", expuso Sánchez.