Unos 300 vecinos de Torrero volvieron a manifestarse ayer para reivindicar una solución a las obras de Fray Julián Garcés, cuya finalización "volverá a incumplir --según dicen-- el plazo de prórroga dado por el ayuntamiento a la empresa adjudicataria de la obra", que expiraba a principios de marzo. Con esta protesta, los vecinos de las asociaciones Venecia y Torrero quisieron solidarizarse con los comerciantes de la zona, que denuncian pérdidas de entre el 50 y el 80% en sus ventas y que reclaman una indemnización por parte del ayuntamiento para hacer frente a esta crisis.

"Nos dijeron que si la empresa no acababa las obras en marzo, sancionarían a la empresa", explicaba Mario Sánchez, uno de los comerciantes. "Pero eso no nos sirve de nada, porque lo que necesitamos es ayuda y el consistorio no se moja y sigue cobrándonos los mismos impuestos".

"En otras zonas de Zaragoza, hemos visto cuadrillas trabajando los fines de semana e incluso en festivos y aquí sólo vienen cuatro que no adelantan nada" , añadía Javier Grassa, uno de los portavoces de la Asociación Torrero.

Vecinos y comerciantes acusan al ayuntamiento de "dejadez" y "desinterés" en estas obras que, hoy por hoy, mantienen Fray Julián Garcés "patas arriba". La manifestación, en la que los vecinos se armaron con trompetillas de plástico para dedicar una sonora pitada a las instituciones, partió de la plaza de las Canteras, para bajar hasta el acuartelamiento de Castillejos, dar la vuelta en la rotonda y penetrar en la zona de obras, todavía sin asfaltar y llena de zanjas. Su paso provocó algún pequeño atasco en Cuéllar y en la avenida de América, aunque los automovilistas afrontaron con paciencia la situación. La intención de los convocantes de la protesta es repetir la concentración todas las semanas hasta el próximo 5 de marzo.