Las muestras de ADN tomadas en Madrid a ocho familias de los militares fallecidos en la tragedia del Yak-42, que desean comprobar si las identificaciones de los cuerpos se hicieron correctamente, permanecen paralizadas en el Instituto Toxicológico de Estambul. Aunque a algunos de los allegados les tomaron las muestras hace 25 días, no conocen aún los resultados de los test, ya que éstos no se han practicado todavía.

"En el Ministerio de Defensa han dicho que el juzgado de Ma§ka (Turquía) encargado de la investigación del caso ha exigido que las muestras pasen primero por sus dependencias judiciales. Esa parece ser la causa de la demora y de que las pruebas no se hayan llevado a cabo, porque ya ha pasado bastante tiempo desde que las primeras familias cedieron sus muestras en Madrid. No sabemos nada de los resultados", explicó a este periódico un familiar que se desplazó al Instituto Anatómico Forense de Madrid recientemente.

Estas ocho familias se personaron en el centro de la capital española en dos tandas: cuatro de ellas lo hicieron el pasado 6 de abril y el resto, esta semana.

Aunque los sobres con las muestras se lacraron, algunos allegados desconfían de la seguridad de las pruebas. "Si quieren, podrán modificar los test sin que nos enteremos", señaló la hermana de uno de los fallecidos.

Al parecer, las muestras no han pasado por Defensa, que se limita a coordinar el proceso. El camino previsto ha sido el siguiente: del Instituto Anatómico Forense de Madrid se trasladaron al Ministerio de Asuntos Exteriores español, que las envió por valija diplomática a la embajada de España en Ankara, previo aviso a los departamentos turcos de Asuntos Exteriores y Justicia. Está previsto que el envío de los resultados a las familias se realice a la inversa.

Otro de los problemas a los que deberán enfrentarse estas familias es que las conclusiones de los test se redactarán en turco. "Parece que no nos harán llegar los exámenes ni siquiera en inglés", comentó la primera de las personas consultadas.

La iniciativa de tomar las muestras de ADN en territorio español partió del anterior equipo de Defensa, que trató de convencer a los allegados de que no viajaran a Turquía --como pretenden hacer 43 familias--. La idea de realizar los test surgió tras hacerse públicos dos informes de la Fiscalía turca, en los que se indicaba que treinta de los cuerpos fueron repatriados sin una identificación completa.