La negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) en Opel PSA para los 461 empleados con más edad sigue enquistada. La empresa quiere que todos los trabajadores dejen la factoría mediante extinciones directas, pero los sindicatos insisten en dar la posibilidad de hacerlo mediante un contrato de relevo, es decir, de forma progresiva a lo largo de los próximos años. Esta herramienta permitiría a quienes dejan Figueruelas trabajar una parte de la jornada e incorporar a jóvenes en la restante, algo que también daría cierta estabilidad en el trabajo a los que comienzan a trabajar en la planta.

Este es uno de los puntos en los que chocan la dirección y el comité de empresa, que volvieron a mantener un encuentro en el que tampoco coincidieron en la edad a la que deben salir de la factoría. Los sindicatos insisten en que sea a los 61 años, mientras que la multinacional quiere prolongar estas extinciones de contrato hasta los 61,9 años. Son tres menos que en la anterior reunión, pero sigue siendo «insuficiente», según el representante de UGT en el comité, José Carlos Jimeno. «En estos momentos no estamos en condiciones de firmar un acuerdo», precisó el sindicalista, que reconoció «algún avance».

Sí hay entente en las condiciones de salida. La compañía plantea que aquellos que cumplan 61 años y seis meses dejen la factoría con 18 meses de salario bruto y antigüedad, mientras que para los que tengan 62 años, la indemnización sería de 12 meses de sueldo bruto y antigüedad. Es decir, se trataría de las mismas condiciones que en el ERE del 2019. El ajuste, más allá del cómo ejecutarlo, está pactado en el convenio para facilitar el retiro a aquellos que tienen más de 61 años.

La negociación coincide en el tiempo con dos hechos que poco habituales en la factoría. Por un lado, este viernes se celebrará la presentación del nuevo Corsa eléctrico en Figueruelas. Por otro, dos de los sindicatos de la planta han convocado a la plantilla a una huelga en el turno de mañana del sábado en protesta por el empeoramiento de las condiciones laborales.

Para CGT, «la precariedad laboral no es una broma». El sindicato ha anunciado que no dará «ni un paso atrás» en la lucha «contra la explotación» y los planes de ajuste en Figueruelas con la salida de 461 trabajadores. La CGT, junto a Stopel, ha convocado una serie de jornadas de protesta con el objetivo de exigir a la multinacional que acabe con el empleo precario y apueste por más contratos indefinidos.