La Guardia Civil ha realizado este verano en Aragón 260 operaciones de rescate en montaña, que se saldaron con un total de 13 personas fallecidas. Todas las víctimas mortales se han registrado en zonas de montaña y en barrancos de la provincia de Huesca.

Así lo puso de manifiesto ayer en rueda de prensa el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huesca, Vicente Reig, que compareció junto al consejero de Interior del Gobierno aragonés, Antonio Suárez, y el delegado del Gobierno en la Comunidad, Gustavo Alcalde. En el acto se guardó silencio por los agentes de la Benemérita fallecidos recientemente en un rescate en León.

Reig precisó que casi todas las operaciones, a excepción de una llevada a cabo en la provincia de Teruel, se han realizado este verano en las montañas del Pirineo oscense y en los barrancos de la sierra de Guara, con un balance de 425 personas rescatadas, de las que 201 resultaron heridas y 211 ilesas.

Los datos, que abarcan desde el 1 de mayo hasta el 15 de septiembre, muestran que no solo se han incrementado este verano en un 21,6% las operaciones de rescate en montaña en Aragón, de 213 el pasado año a las referidas 260 del actual, sino que el número de personas heridas ha pasado de las 141 contabilizadas el verano anterior a las 201 de éste.

El responsable de la Guardia Civil añadió que durante el verano pasado se registraron en la comunidad 15 víctimas mortales, aunque precisó que dos de ellas fueron en accidentes ocurridos en las provincias de Zaragoza y Teruel. Del total de fallecidos este año en montaña, 11 fueron en accidentes registrados en el Pirineo, con una especial incidencia en la zona de Panticosa, donde se rescataron a 5 de estas víctimas, y 2 en los barrancos de la sierra de Guara.

Las estadísticas revelan que 189 de las operaciones de rescate llevadas a cabo se realizaron en el Pirineo de Huesca, 79 en la Sierra de Guara y Mallos de Riglos, y sólo una en la provincia de Teruel.