Más de 200 millones de euros es el agujero que afronta el Departamento de Sanidad para gestionar la compra de nuevo material médico para los hospitales de Aragón hasta final de año. La cifra la confirmó ayer el consejero del ramo, Sebastián Celaya, quien también añadió que hay 2 millones de deuda en personal sanitario.

Pese a esta situación, garantizó el suministro en todos los centros sanitarios y aseguró que "no habrá más recortes". Esta deuda forma parte de los 351 millones de desequilibrio financiero con los que se ha encontrado el nuevo Ejecutivo en la consejería de Sanidad. El anterior Gobierno determinó un gasto para esta partida, pero la previsión de compra hasta final de año arroja una deuda debido a que parte del dinero ya se ha empleado y todavía faltan suministros por adquirir.

"No podemos dejar de asistir a los pacientes, porque la salud es un servicio que no puede parar, somos la consejería con más deuda y a la que se destina el 35% de los presupuestos. Si estos ya desde el principio arrastran ese déficit respecto a lo que se gastó es muy difícil que cumplamos los objetivos", lamentó Celaya, quien confía en que el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, consiga alguna ayuda del Gobierno de España.

PAGO A PROVEEDORES

Para paliar esta complicada situación, Celaya explicó que la medida correcta sería "intentar pagar antes" a los proveedores, pero, dada la situación, matizó que el departamento quizás no tenga más remedio que "retrasar las facturas al próximo año".

El consejero apuntó que "recortando más en sanidad se ha demostrado que no se consigue tampoco evitar el déficit, así que nosotros vamos a apostar por una mejor gestión de los recursos en los hospitales de la comunidad y por una labor más eficiente de nuestros profesionales", precisó.

En este sentido, Celaya, quien visitó ayer las instalaciones del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, abogó por concienciar a los facultativos mediante campañas de educación sanitarias en el uso de servicios. "Aunque no solo depende de ellos mejorar esta situación, porque el problema es que no hay financiación suficiente para atender las necesidades", dijo el consejero.

Por otro lado, defendió ayer que la anulación del concurso de traslados de médicos de familia no es una paralización del mismo, sino que en septiembre comenzarán las negociaciones para llegar a un acuerdo y lo que se ha hecho es posponer la nueva convocatoria. "El objetivo es sentarse con los sindicatos antes del Pilar para llegar a un acuerdo que zanje esta disputa y establezca el tiempo de especialización del MIR como cómputo del baremo", dijo.