El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha conseguido una certificación por la European Stroke Organisation (ESO) como centro especializado en atención al ictus, que lo reconoce de este modo como centro de referencia.

Según explica el jefe de la Unidad de Ictus del Servet y coordinador clínico del Plan de Ictus de Aragón, el neurólogo Javier Marta, esta acreditación "supone una garantía de que se está ofreciendo a todo Aragón una asistencia de calidad".

El ictus es un accidente cerebrovascular que se produce cuando una arteria que se dirige al cerebro o que pertenece al mismo se rompe o se obstruye con lo que la sangre y el oxígeno que transportaba no llega hasta las células cerebrales y, por tanto, el tejido afectado sufre, deja de funcionar y, finalmente, muere.

Por cada minuto que pasa desde que se produce el ictus, se pierden dos millones de neuronas, por lo que el tiempo de reacción es clave, explica el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

De este modo, atender rápido y de forma adecuada al paciente influye claramente en la mortalidad y, en el caso de que el enfermo sobreviva, repercute en la gravedad de las secuelas como discapacidad o demencia, señalan las citadas fuentes.

En Aragón, con 1.300.000 habitantes y 47.000 kilómetros cuadrados de extensión, la dispersión de la población y su envejecimiento dificulta la atención por lo que en 2009 arrancó el Plan de Ictus, cuyo principal objetivo es que cualquier ciudadano en cualquier punto de Aragón tenga acceso a una asistencia sanitaria rápida y de calidad, lo que ha permitido en este plazo reducir la mortalidad un 40 %.

En 2016 se produjo otro punto de inflexión en la atención al ictus con la aprobación en el Servet de las trombectomías, una técnica neurointervencionista, muy eficiente, pero de alta complejidad, que permite extraer el trombo que bloquea la circulación de la sangre.

"Poder ofrecer estas técnicas las 24 horas del día y los 7 días de la semana es un reto y demostrar que lo hacemos y lo hacemos bien, una gran satisfacción", comenta Marta.

Para obtener la citada certificación supone tener organizada desde la primera llamada al servicio de emergencia hasta la rehabilitación y la vuelta a casa.

"Ha supuesto mucho trabajo -continúa el coordinador- porque ha implicado darle forma a todo lo que hacemos, estructurarlo, revisar toda la cadena asistencial y los protocolos, pero también supone estar en el mapa de los centros acreditados, tanto en España (hay 10 y nosotros hemos sido el 11) como en Europa".

La acreditación implica además un determinado volumen de actividad y demostrar una cierta calidad de la asistencia y ello "tiene una repercusión importante de cara a investigaciones, colaboraciones, registros compartidos. Nos da reputación y visibilidad", concluye el especialista.

Solo en el Hospital Universitario Miguel Servet se atendieron durante 2019 a unos 750 pacientes con ictus e ingresaron en la Unidad de Ictus 676 pacientes.

En todo Aragón, la cifra registrada de ictus ronda anualmente los 2.500 casos, se realizan unas 175 trombectomías y más de 260 fibrinolisis.

En el Servet la atención al paciente con ictus supone la implicación de numerosos servicios: Anestesia, Atención Primaria, Cardiología, Enfermería, Fisioterapia, Neurointervencionismo, Neurología, Neurorradiología, Neurocirugía, 061, Rehabilitación y Urgencias, por orden alfabético.

No obstante Marta asegura que "los resultados son de todos, pues no se puede atender un paciente de Barbastro, por ejemplo, sin que intervengan más de 30 profesionales. Por eso, acreditar el hospital de referencia supone que realmente trabajamos en red y estamos al servicio de todos".