Continúan las labores de extinción en el incendio que se declaró ayer en la Sierra de Alcubierre, pero en palabras del alcalde de Leciñena, Raúl Gracia, "el fuego está ya casi estabilizado". El responsable municipal, quien confía en que las llamas estén definitivamente controladas antes de que termine este miércoles, ha añadido que hasta ahora se han quemado unas 1.200 hectáreas, la mitad de ellas agrícolas. El incendio comenzó ayer en torno a las tres de la tarde por la avería de un buggy que ardió por razones desconocidas en un pinar de la sierra.

La rapidez con que se propagó obligó al Centro de Coordinación Operativa del Gobierno de Aragón a solicitar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Hasta ahora la extinción del fuego ha requerido alrededor de 150 efectivos repartidos en cuatro cuadrillas helitransportadas, cinco terrestres, cinco autobombas y una nodriza, un bulldozer, un avión y un helicóptero de coordinación. El operativo cuenta también con dos aviones anfibios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y un Kamov, otro helicóptero de carga y con gran capacidad.

Además, han participado o participan aún diez Agentes de Protección de la Naturaleza (APN), miembros de la Guardia Civil, la UME (con 40 efectivos, 6 autobombas, una nodriza y un bulldozer); la Diputación de Zaragoza, con una nodriza y la Cruz Roja.

Los vecinos se han volcado en ayudar "vigilando los perímetros del fuego", así como en hacer la labor de los profesionales más llevadera "repartiéndoles bocadillos y agua", ha explicado el alcalde de Leciñena, quien ha añadido que del avituallamiento se ha encargado el propio ayuntamiento. Los agricultores también han estado colaborando con su maquinaria, con cubas de agua y otras herramientas.

El alcalde ha asegurado que la noche ha sido tranquila, ya que el perímetro del incendio no se ha movido. Pese a esto las cuadrillas del Gobierno de Aragón, de la UME y los Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza han estado toda la noche rematando las zonas de brasa. Afortunadamente consiguieron detener el fuego a las puertas del pueblo entre las diez y las once de la noche.

Se espera que esta tarde el fuego esté controlado, aunque según Raúl Gracia todo depende de las condiciones meteorológicas que se presenten, ya que las altas temperaturas y el viento podrían complicar la situación. Finalmente, el alcalde ha declarado que "este incendio es, posiblemente, el más grande que ha habido en Aragón desde 2015".