El endurecimiento de las medidas y restricciones impuesto el pasado 3 de noviembre por el Departamento de Sanidad dirigidas a controlar la expansión del covid en Aragón y la decisión del 21 de octubre de confinar Zaragoza, Huesca y Teruel y pasar a todo Aragón a nivel 3, parece que está dando sus frutos si se analiza el punto de partida y el momento actual. Todas ellas iban a caducar hoy, y ya se ha anunciado que se prolongan todas menos el cierre de las capitales, pero tras de sí están las cifras y una caída de la incidencia del virus que se sitúa en el 70% a la vista de los datos de las últimas tres semanas.

Podría achacarse a la limitación horaria y de aforo para las actividades como la hostelería, el ocio nocturno, el comercio o las actividades culturales, que comenzaron a tener que cerrar a las 20 horas. Ese mismo día, la consejera de Sanidad del Gobierno de Aragón, Sira Repollés, comentó: «Ya tendremos tiempo de recuperar la actividad social más adelante. Necesitamos la ayuda de todos los aragoneses para superar esta oleada. No haremos nada sin la responsabilidad individual». Y el 25 de octubre se anunció también el toque de queda entre las 23.00 y las 6.00 horas aprobado por el Ejecutivo central.

Casi un mes después, parece que han llegado los resultados pero que solo las tres capitales de provincia abandonen su confinamiento perimetral parece apuntar a que el descenso no ha sido tan pronunciado como desean. Mantener el toque de queda hasta el 20 de diciembre y los confinamientos provincial y de la comunidad hasta el 12 puede ser una medida muy controvertida que constata que pese al resultado efectivo de las restricciones ese más de 70% de disminución en la incidencia debe mejorarse más.

De 1.345 a 303

Dos días antes de comenzar el toque de queda, Sanidad registró 1.345 nuevos casos positivos y en las últimas 24 horas han sido 303, una cifra que lleva repitiéndose y manteniéndose desde el pasado día 20 cuando se consiguió bajar de los 400 casos diarios y no se ha vuelto a subir nueve días después. Una situación que recuerda de nuevo a esos meses de verano donde la meseta se instauró entre la nueva normalidad de los aragoneses. En ese momento, volvió a haber un repunte en los casos que nos llevó de nuevo a hablar de una nueva ola.

Una situación que parece semejante a la que ya algunos expertos hablan que habrá en unos meses después del periodo navideño con la movilidad que va a haber de los ciudadanos.

Según los datos recogidos desde el 3 de noviembre hasta el día 22, la incidencia por cada 100.000 habitantes ha estado durante 12 días en continuo descenso, pasando de 527,38 el primer día a 199 el último. Además, estos datos reflejan la buena situación, dentro de lo malo de la pandemia, en la que se encuentra la provincia de Zaragoza, que ha bajado de 449,78 a 188 por cada 100.000 habitantes. Algo que no ha ocurrido en Huesca y en Teruel, que a pesar de ir disminuyendo casos, se han quedado en 319 y 351, respectivamente, por cada 100.000 habitantes.

Cuando se llevó a cabo la limitación horaria, la positividad se encontraba incluso superando el 20%, una cifra que se ha conseguido bajar del 10% a lo largo de la última semana excepto el día 26, que se situó en un 11% y ayer, que volvió a repuntar hasta un 13,26% correspondiente a un total de 2.285 pruebas, tanto PCR como test de antígenos.

Además de la incidencia acumulada y la positividad, hay otros indicadores, como la situación en los hospitales aragoneses, que revelan cómo la comunidad está logrando doblegar la curva de contagios a lo largo del mes de noviembre.

En los últimos 30 días se ha llegado a alcanzar una ocupación de 122 camas ocupadas por pacientes covid en la uci y 928 en planta. A día de ayer, eran 96 el número de pacientes covid en uci y 470 en planta. (uno y nueve más que el día anterior respectivamente).

A pesar de que la disminución en la presión hospitalaria es muy notable, coincide también con unas semanas en las que la mortalidad ha sido muy elevada. En este caso, cabe destacar que los datos diarios en los que se anuncia el descenso de pacientes hospitalizados no indica el motivo de estas altas, por lo que en alguna ocasión puede coincidir con los decesos producidos a lo largo de las últimas 24 horas. Desde que comenzó la pandemia, Aragón ha registrado 2.286 fallecimientos, 126 en la última semana.

Mientras, ayer seuía la misma senda de los últimos día, 303 casos más, con especial incidencia en la zona sanitaria de Épila, con 36 nuevos que se suman a los 12 del día anterior; Miralbueno-Garrapinillos con 27; Santa Isabel con 14; Alfajarín con 11; y Univérsitas con 10 --el día anterior, 11--. Teruel Ensanche, que hace cuatro días alcanzó 41, ayer solo uno.