Nunca aparece en el programa festivo de las fiestas del Pilar, pero pocas veces falla. La amenaza de huelga en el transporte público de Zaragoza se confirmó ayer después de que la plantilla del tranvía votara a favor de la convocatoria de paros entre los días 5 y 13 de octubre, salvo el de la ofrenda (el 12), entre las 11.00 y las 14.30 y las 18.30 y las 22.00.

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) suma así otro problema a la crisis que vive, con la Federación de Peñas sin espacio y exigiendo responsabilidades al titular de Cultura, Fernando Rivarés, y con un único recinto festivo de gran capacidad, el espacio Zity de Valdespartera, donde se prevé una gran aglomeración de público que accede principalmente en el Urbos 3. Por si fuera poco, los trabajadores del autobús urbano aseguran que la flota no está en condiciones para estar disponible en su totalidad durante los ‘pilares’. Mientras, Movilidad está preparando un dispositivo especial para poder atender toda la demanda.

Los paros durante las fiestas son ya un acto -por no decir incordio- más de la agenda. Este año no estarán protagonizados por los trabajadores del autobús urbano, como acostumbran, sino por los del tranvía. El 80% de los votos fue favorable en una convocatoria en la que participó el 75% de la plantilla (59 empleados).

Convocada por el Sindicato Ferroviario, no ha contado con el apoyo de todos. Por ejemplo, UGT se desvinculó al no está de acuerdo en la forma en la que se ha planteado, obviando al resto de la plantilla. El convocante denuncia que la empresa de Los Tranvías ha modificado «de forma unilateral el calendario laboral», que incumple las «necesidades mínimas de producción con la plantilla», que exige «un ritmo de trabajo superior al que puede realizarse» o que no ha puesto en marcha varios compromisos adquiridos, como el cambio de los asientos de conducción donde pasan varias horas sin moverse. Informaron de que se están realizando más de «3.000 horas» extra que la empresa ni computa ni reconoce y, sobre todo, insisten, en que desde Los Tranvías han alterado el calendario aprobado sin haber realizado una consulta o negociación previa al respecto.

IRRESPONSABILIDAD

Desde la contrata reiteran que sus reivindicaciones «carecen de fundamento» y que, incluso, algunas de ellas son «ajenas a la empresa». Aseguran que se está cumpliendo el convenio pactado «escrupulosamente» y acusan al sindicato convocante de «irresponsable». Además, critican que el convocante de los paros no ha sido el comité, sino un único sindicato.

La representante de los trabajadores, Pilar Fuentes, aseguró que se han elegido unos horarios para minimizar las afecciones al máximo. De ahí que la huelga comience y finalice antes y después de las horas punta y, sobre todo, antes de las horas de asistencia al recinto ferial de Valdespartera.

El responsable de Cultura y de las fiestas del Pilar, Fernando Rivarés, se comprometió públicamente a mediar en el conflicto para evitar que finalmente se lleven a cabo los paros aunque, en otros momentos similares han optado por esperar a que empresa y empleados solucionen sus diferencias alegando que se trata de un problema interno y ajeno al ayuntamiento.

Ahora llegará el turno de la intervención del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), que conoce de sobras los conflictos del transporte público de la ciudad y que tiene por delante menos de tres semanas para tratar de volver a acercar las posturas mientras los zaragozanos temen de unos ‘pilares’ sin Urbos 3 ya que se trata del medio más utilizado durante estos días.