Las relaciones entre UGT y CCOO y la organización agraria UAGA, que tradicionalmente siempre han sido buenas, se tensan por momentos. La campaña impulsada a principios de mayo por los sindicatos para denunciar las «duras e indignas» condiciones laborales que sufren cada año los temporeros no sentó nada bien a UAGA, que incluso amenazó con demandarles si seguían afirmando que la mayoría de explotaciones de la comunidad pagaban a sus trabajadores por debajo de lo que dictan los convenios. A esta polémica se suma ahora una nueva batalla por el bloqueo en la negociación del sector agropecuario de Huesca, que afecta a unos 11.000 trabajadores.

UGT y CCOO denunciaron ayer que UAGA se resiste a aplicar de forma correcta la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), lo que ha tensado la cuerda aún más y ha provocado la convocatoria de movilizaciones por parte de los sindicatos de clase. «Tras 16 meses negociando alcanzamos un principios de acuerdo, pero el viernes pasado, y de forma sorprendente, UAGA decidió no firmarlo y se levantó de la mesa», lamentó ayer en rueda de prensa el secretario general de Industria, Construcción y Agro de UGT Aragón, José Juan Arcéiz, que criticó que «no es de recibo» que una organización tan importante «no quiera cumplir la ley». De hecho, los sindicatos no descartan convocar una huelga la semana del 22 al 28 de julio, en plena campaña de recogida de fruta.

El germen de toda esta polémica surge de las diferentes formas de interpretar la fórmula del cálculo del SMI. Según UGT y CCOO, aplicando los criterios del nuevo decreto la hora trabajada por un temporero debería alcanzar los 7,16 euros, mientras que UAGA (siempre bajo la versión de los sindicatos de clase) plantea 6,90 en su oferta más generosa. «Solo hay una forma de calcularlo y todos los laudos han determinado que se hace como decimos nosotros», aseveró ayer Arcéiz.

Para intentar buscar una salida a todo este embrollo, UGT y CCOO han presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo de Huesca «para que se posiciones sobre el método a utilizar», indicó la homóloga de Arcéiz en CCOO, Ana Sánchez.

Según UAGA, el actual convenio de Huesca ya está por encima del nuevo decreto del SMI. «El actual convenio provincial fija la hora a 6,73 euros; si multiplicas sale un sueldo mensual de 1.184 euros, por encima de los 1.050 euros al mes en doce pagas que determina el nuevo decreto», explicaron ayer fuentes de UAGA.

MÁS PROTESTAS EN SEPTIEMBRE

Sea como sea, UGT y CCOO ya han convocado una concentración a las 20.00 horas del próximo miércoles en Fraga, capital del sector frutícola en Huesca. Una protesta que sería solo «el despegue» de un calendario de movilizaciones que podría incluir una huelga en la provincia. «En agosto no plantearemos ninguna acción, pero en septiembre las retomaremos si no logramos nuestros objetivos», apuntó Sánchez.

El preacuerdo del convenio, que estaba «totalmente cerrado», incluía entre otras cosas una subida salarial del 1,3% en el 2018, del 1,8% en el 2019 y del 2% en 2020 y 2021, así como un nuevo sistema de registro horario para evitar el fraude o el cobro por talón o cuenta bancaria. Un documento que Asaja sí estaba dispuesto a firmar.

Ahora, UGT y CCOO temen que el bloqueo de Huesca se traslade a Zaragoza, donde ha comenzado la negociación del convenio. «Tememos que todo esto sea una estrategia para dejar pasar esta campaña sin pagar las subidas», dijo Arcéiz, que tildó a UAGA de «organización patronal».