El joven que arrolló mortalmente a un guardia civil en Barbastro volvió ayer al centro de menores de Juslibol, en Zaragoza, obedeciendo la orden judicial que, desde el lunes, le daba cinco días para ello. Cumplirá así lo que le resta de los ocho años de régimen cerrado -como se denomina la reclusión en menores- que le impuso la Audiencia Provincial de Huesca como condena. Según Aragón TV, el joven ingresó, efectivamente, en el centro.

La Audiencia Provincial de Huesca adoptó en marzo la decisión de aumentar de 6 a 8 años la duración de la medida de internamiento al menor, A. G. N, lo que conllevó su vuelta al centro, que ya había abandonado provisionalmente.

La resolución mantenía la absolución a los otros tres menores que viajaban en el coche con él como condutor y confirmaba su condena por delitos de conducción temeraria, homicidio doloso, tres delitos de lesiones y uno de conducción sin haber obtenido nunca el permiso de conducir.

El tribunal estimó parcialmente el recurso presentado por la esposa y la hija del agente atropellado al elevar en dos años el internamiento. Basó su decisión en la existencia de una pluralidad de infracciones, y aclaró que el límite máximo de la medida sería de diez años y no de ocho, como entendió el juzgado de primera instancia.

Respecto a los otros tres menores -su mujer y otra pareja-, la audiencia mantuvo la absolución al no hallar pruebas de que colaborasen activamente con el condenado, que fue quien aprisionó los brazos del guardia civil cuando metió las manos en el coche para pedir la documentación, antes de darse la fuga, arrastrándolo y causando su muerte.