Los profesores que aspiren a ser directores tienen que presentar su solicitud antes de que acabe este mes de febrero. El próximo 30 de junio expira el mandato de numerosos responsables de los centros escolares de Aragón, y los que quieran presentarse tendrán que someterse a las nuevas reglas de juego establecidas en la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza) que la Consejería de Educación ha modificado ligeramente para ampliar la participación de la comunidad educativa en este proceso de selección.

El departamento de Eva Almunia publicó ayer en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) las bases para este concurso de méritos hasta ahora inédito. La modificación más sustancial es que los aspirantes serán examinados por una comisión con representantes de la Administración y del colegio o instituto (hasta ahora eran elegidos en el seno del consejo escolar de cada centro) y en función de un baremo en el que se prima haber ejercido cargos directivos, la trayectoria profesional, las actividades de formación y perfeccionamiento, los méritos académicos y el programa de dirección.

Este programa de dirección es otra de las novedades. Consiste en un documento (de entre diez y quince folios) en el que el aspirante debe exponer sus planteamientos pedagógicos (con especial hincapié en la atención a la diversidad), un análisis del contexto social del centro y sus relaciones con las instituciones de su entorno y la participación de las familias. Los interesados tienen que incluir propuestas de mejora de acuerdo con los recursos humanos y materiales con los que cuenta el centro. En el BOA de ayer (puede consultarse en la página web del Gobierno aragonés, www.aragob.es) se especifica el baremo y la documentación que debe presentarse.

Los aspirantes a director deben pertenecer al cuerpo de la función pública docente, tener una antigüedad de cinco años y llevar un curso en el centro al que se opta. El plazo de solicitudes se abre hoy y concluye dentro de quince días. Una vez publicadas las listas de admitidos (y resueltas las alegaciones), se constituirán las comisiones de selección.

En el caso de centros con más de nueve unidades, la Administración tendrá tres representantes (el presidente y dos vocales) y el centro educativo, cuatro (dos profesores elegidos por el claustro y dos representantes del consejo escolar, uno al menos miembro de la asociación de padres). Con esta medida, la consejería ha querido abrir la participación a los padres, algo que la LOCE, elaborada por el Ministerio de Educación, no especificaba.

Otra de las grandes novedades es que los seleccionados deberán seguir un programa de formación inicial, del que estarán exentos los profesores que ya tengan adquirida la categoría de director. Los que estén acreditados para el ejercicio de la dirección de centros docentes no deberán seguir el curso teórico de este programa, pero sí las prácticas.

Los mandatos serán de tres años (con un máximo de cuatro consecutivos) y los directores estarán sometidos a una evaluación. En caso de que sea positiva, a los tres años adquirirán la categoría de director.

Si no hay candidatos para un centro escolar, será el director del servicio provincial el que elija al director, algo que también hará en el caso de los colegios o institutos de nueva creación.