Zaragoza es la segunda capital de provincia de todo el país en la que más ha subido el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) este año, y con el aumento del 23,75% que el Gobierno municipal PSOE-CHA quiere aprobar para el 2005 pasará a encabezar con toda seguridad la lista de incrementos. De las 52 capitales españolas, 28 no tocaron este tributo en el 2004 y sólo el consistorio de Jaén, con un aumento del 15,38%, hizo crecer el recibo más que en Zaragoza.

Los responsables municipales justifican ésta y otras subidas para el 2005 --42,5% la basura, 18% el agua-- porque en Zaragoza, aseguran, se pagan pocos impuestos. Sin embargo, el Ránking tributario de los municipios españoles , elaborado anualmente por los servicios económicos del Ayuntamiento de Madrid, revela que el consistorio zaragozano aprieta al máximo la presión fiscal en algunos tributos.

Es el caso del de Construcciones y el del Incremento del Valor de los Terrenos (la plusvalía que se paga en las compra-ventas de pisos usados). Zaragoza está, además, por encima de la media estatal de esfuerzo fiscal en otros impuestos, como el de circulación, pero si toma para la comparación lo que pagan las siete grandes ciudades, la capital aragonesa es la segunda más barata --en el tramo estudiado, de 8 a 11,99 caballos fiscales-- detrás de Valencia.

LA BASURA, GRATIS Otro dato que aporta este estudio es que la mayoría de las siete grandes ciudades con las que habitualmente se compara a Zaragoza --Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla, Bilbao y la propia capital aragonesa-- prestan el servicio de recogida de basuras sin exigir tasa alguna al ciudadano. Sólo Zaragoza y Bilbao cobran por retirar los residuos urbanos de las viviendas, además de Sevilla, que lo hace en función del consumo de agua. En Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, el ayuntamiento no cobra por prestar este servicio.

En cuanto al IBI, la ciudad aragonesa figura con el sexto tipo impositivo más bajo de todas las capitales de provincia, pero este indicador es sólo el tanto por ciento que se cobra sobre una cantidad, el valor catastral, que es distinto en cada ciudad; de este modo, el tipo impositivo puede ser mucho más alto en otro municipio que en Zaragoza, pero si el valor catastral que se adjudica a la vivienda es menor, el propietario de aquella ciudad pagará menos que el de la capital aragonesa.

De hecho, el IBI se pagaba en Zaragoza a un tipo del 0,7% hasta que se produjo la famosa revisión catastral de 1997. Los valores oficiales de las viviendas y locales aumentaron tanto que los recibos de la contribución de disparaban de forma escandalosa, y la alcaldesa de entonces, Luisa Fernanda Rudi, decidió rebajar el tipo al 0,4% para mitigar la subida. Aún así, el consistorio recaudó unos 6 millones de euros más (mil millones de las antiguas pesetas) gracias a la actualización catastral.

TRIBUTOS AL MAXIMO El de construcciones es uno de los impuestos que en Zaragoza se cobra al máximo; en teoría, no podía subir más, pero el año pasado el equipo de Gobierno PSOE-CHA lo incrementó un 25% con una fórmula distinta: según explicaron fuentes municipales, se suprimieron bonificaciones aplicadas hasta entonces, lo que permitía recaudar más. Este tributo está recurrido por los empresarios en los tribunales.

Según el informe de los técnicos del Ayuntamiento de Madrid, la plusvalía también se cobra en Zaragoza al máximo posible.