Zaragoza vuelve a cerrar el grifo de forma responsable. Las últimas cifras oficiales, referidas al 2017, han devuelto a la ciudad a la senda del ahorro iniciada en el 2000 y tras el único repunte en 17 años consecutivos, el del 2016, que se invierte con otro registro histórico para la capital aragonesa. Los técnicos municipales analizan qué ha podido suceder para que en solo doce meses, los hogares zaragozanos hayan logrado reducir el consumo de agua en casi dos millones de litros al día, 1,81 concretamente, con respecto a ese inesperado incremento del año precedente, pero lo cierto es que se ha constatado una disminución con la que se regresa a un mínimo histórico, el del 2015, con 3.100 habitantes más que entonces.

La realidad es que cada habitante de Zaragoza en el 2017 consumió de media 97 litros de agua al día, lo que representa una reducción de 2,6 con respecto al 2016, un 3,7% de aumento que supone un regreso a los niveles que eran habituales antes de ese repunte, cuando en el 2014 y el 2015 se movía en esas mismas cifras (97 y 96,48, respectivamente). Esto, en el global del año, equivale a más de 700.000 metros cúbicos menos gastados, en una red de abastecimiento con capacidad para dotar a cada domicilio de 220 litros al día por persona.

PUNTUAL Y SIN EXPLICACIÓN // Así, con respecto al 2016, los 25.298,7 millones de litros consumidos ese año, se han convertido en 24.821,3 en el 2017, con una población residente de 2.000 zaragozanos más, que tiene aún más mérito. Pero si el año pasado los responsables del servicio achacaban este repunte a la climatología e instaban a tomar medidas, como las campañas de sensibilización para fomentar el ahorro de agua en los hogares, en esta ocasión se les ha desmontado todo el argumentario. Porque todo apunta a que ese episodio del 2016 será algo «puntual» en la serie histórica de los últimos 17 años consecutivos que llevaba aminorando sus cifras, y de más «difícil explicación», porque «todas esas medidas correctoras se han puesto en marcha en el 2018».

Lo más positivo para Zaragoza es lo lejos que queda el promedio nacional, ya que sus 97 litros por habitante al día en el consumo doméstico, representa un 26,5% menos que los 132 litros que marca la media a nivel estatal. Y sobre todo la progresión, porque si España ha logrado reducir los 168 litros que tenía en el 2000 por habitante al día (36 menos en 17 años), en la capital aragonesa no se dan esos 132 actuales desde el año 2002, y sus 136 litros que promediaba hace 17 años los ha rebajado en 39 en ese mismo periodo.

bajan casi todos los usos // Otro de los indicadores significativo de los registros oficiales del 2017 es la disminución que se ha dado en prácticamente todos los usos que se contabilizan. Así, al 2,43% de descenso en el ámbito doméstico con respecto a ese repunte del 2016 se suma el 17,58% de bajada dado en la limpieza o el 82,99% de reducción en las calderas de calefacción. Contrarrestan la tendencia, el repunte en el abastecimiento para usos comunitarios, con un 19% de crecimiento, o el 9,81% más en los garajes. El agua caliente casi calca los datos del 2016, con una leve bajada del 0,81%.

Pero esta tendencia es la que explica la concienciación en los hogares zaragozanos, algo que, por contra, no se ha producido en el resto de usos, comerciales o empresariales, en los que se ha producido un incremento del 2,60%, con 9.447 millones de litros consumidos, en los que tiene mucha culpa los incrementos registrados en la sanidad, los hospitales, con un 2,59% de incremento, o las naves industriales de la ciudad, donde se ha detectado un aumento del 7,71%.

En el otro lado de la balanza, destacn los ahorros realizados por la universidad, que consumió un 7,95% menos agua que el año anterior, o la realización de obras, en las que se ha empleado un 7,07% menos agua que hace un año. El sector comercial iguala sus datos, aumentando solo un 0,31% sus consumos, y para el riego se ha empleado un 6,86% menos agua que entonces.