La crisis provocada por el covid-19 está suponiendo un duro varapalo para la economía y la mayoría de las empresas. Sin embargo, también hay algunas a las que el viento de la pandemia les sopla a favor por las características de su actividad. Es el caso de la aragonesa Industrias Pardo, primer fabricante español de equipamientos para el sector sanitario y geriátrico, que ha disparado sus ventas y la producción ante la elevada demanda de este tipo de productos. Tal es así, que desde el estallido de la primera ola epidémica ha pasado a funcionar al 120% de su capacidad de producción, con cuatro turnos de trabajo, cuando normalmente estaba al 70%.

La compañía, que forma parte del Grupo Pikolín, tuvo que tomar estas medidas para hacer frente a la multiplicación de pedidos en un periodo tan corto de tiempo. Al mismo tiempo, introdujo el cuarto turno para «salvaguardar la salud y seguridad de todos los empleados» respetando las normas de las autoridades sanitarias, explican desde la compañía, cuya plantilla actual asciende a 102 trabajadores (en el 2014 tenía 65). Esta situación también le obligó a instalar nuevos puestos de montaje y capacitar al personal de otras secciones, lo que propició nuevas contrataciones.

INCREMENTO DEL NEGOCIO Y EXPORTACIONES

Las cifras hablan por sí solas. Durante este periodo de excepcionalidad, Pardo ha servido 4.000 camas de hospitalización y uci, incluida las de campaña. Las previsiones para este año apuntan a 40.000 camas y colchones, un 25% más que en el 2019 (32.000). La facturación crecerá en términos parecidos, con 22 millones de euros al cierre del 2020 frente a los 18 millones del año pasado, un 22% más.

De el inicio de la crisis sanitaria, Pardo ha suministrado equipos a 14 de las 17 comunidades autónomas para un total de más de 70 hospitales. Destacan Valencia, Madrid, Aragón y Cataluña por números y tipos de equipos. En estas cuatro regiones, ha cursado pedidos de unas mil unidades de camas de uci y hospitalización para más de 30 hospitales. También ha participado en el equipamiento de cinco hospitales de campaña:_750 equipos para IFEMA, 500 para Valencia, 400 para Zaragoza, 300 para Alicante 300 y 100 para Pamplona.

A nivel internacional, aunque recibió muchas solicitudes del exterior desde el principio de la pandemia, las primeras semanas «nos volcamos casi en exclusiva en el mercado nacional, para ayudar con todas las urgencias que se habían generado», señalan desde la empresa. Desde entonces, ha exportado unas 2.000 camas a 30 países, entre lo que destacan los pedidos del Reino Unido —con entregas para Manchester, Leicester o Jersey—, Estados Unidos, Israel y Polonia. En Latinoamérica, sus principales destinos han sido Argentina, Chile, Uruguay y México.

RECONOCIMIENTO A LA PLANTILLA

El consejero delegado de Grupo Pikolin, José Antonio González, destaca la «magnífica respuesta de los profesionales» de Pardo ante el auge de trabajo provocado por esta situación extraordinaria. «Estamos muy orgullosos del equipo de Pardo, que ha mostrado su disponibilidad para trabajar horas extra, sacrificar vacaciones, o lo que fuera necesario, para ayudar los dos meses mas críticos de la pandemia, con el fin de aliviar la situación en los hospitales», remarcó. La inmediatez en todos los frentes, reconoce, dificultó el 100% de las entregas en los momentos más críticos de la crisis sanitaria, pero «el objetivo era claro: no dejar a nadie sin equipos».

Pardo fue adquirida por Pikolín en octubre del 2012 cuando se encontraba al borde del concurso de acreedores. La empresa está presente actualmente en tres segmentos de mercado: hospitalario, con una cuota del 25%; geriátrico y asistencial (equipamientos integrales), con un 20%; y hogar (especialistas en somier eléctrico). Las inversiones entre el 2014y el 2019 ascendieron a 6,5 millones.