El Club Baloncesto Granada se esforzó ayer por crear un ambiente sonoro y de presión máxima para el CAI y repartió 8.000 taks taks (aplaudidores) entre sus seguidores. La afición andaluza, que se ha volcado con su equipo en las semifinales después de una temporada de escasa respuesta, los utilizó con deportividad para tratar de molestar a los jugadores del CAI en el lanzamiento de los tiros libres, además de dar colorido al pabellón.