El entrenamiento invisible es el toque final para el deportista de élite. Toni Abadía e Isabel Macías lo tienen muy en cuenta para triunfar en la pista. Ambos disputan a partir de mañana su gran cita invernal en los Mundiales indoor en Polonia. Sus pilares son la preparación física basada en los entrenamientos específicos, los rodajes, el gimnasio y la propia competición. Pero el ajuste fino lo realizan con el entrenamiento invisible. Son detalles tan importantes como la psicología, la alimentación, el descanso, los suplementos vitamínicos o la recuperación.

Toni Abadía no es obsesivo en su alimentación. "Es prioritario no abusar de los dulces, ni de los hidratos de carbono. Estos los sustituyo por el pan. Hay que tener una dieta equilibrada y fortalecer el consumo de fruta, que tiene mucha fibra y favorece el tránsito", valora Abadía. "Hay que intentar que la comida sea lo más magra posible, no coger empachos, ni pasar hambre. Además hay que intentar no picar entre horas y eso es complicado", apunta.

Sus desayunos se basan en leche con cereales, o en su defecto, un vaso de zumo. A Abadía le gustan mucho los dulces. "Evito los empachos en los dulces porque no es un nutriente positivo. Lo sacio contadamente comiendo roscón en Reyes y San Valero. Por otro lado, me gusta mucho la Coca Cola, pero la intento evitar. Mi paladar no acepta el pescado. No como más de una vez cada dos semanas. Por otro lado, del alcohol me abstengo. Es perjudicial". Es muy maniático con respecto a la hora de la comida. "La hago entre las dos y las dos y media, porque sino se me junta con el entrenamiento de la tarde". Y no se fija excesivamente en su peso. "El 2013 corrí con sobrepeso y llegue a los 76 kilos. Ahora me muevo entre los 66 y 67 kilos".

Abadía cuida al detalle su descanso. "Rara vez me acuesto más tarde de las doce y duermo unas nueve o diez horas diarias. Tengo suerte puesto que me duermo al instante. La siesta no me termina de convencer porque me deja muy adormecido". En cuanto a la suplementación, toma jugo de verde de alfalfa. "Pero no tomo hierro o vitaminas. Nunca he tenido anemia", dice.

Actividades paralelas

Abadía intenta tener ocupada su cabeza con otras actividades que le hacen olvidar la alta competición. "Me gustaría seguir con Magisterio. Siempre trato de no depender del atletismo en exclusiva porque las lesiones están al orden del día". Entrena a atletas populares con Farltlek Sport. "También cuento con una escuela de atletismo de 36 niños. La llevo con mis padres y hay que agradecer que desde el principio nos ha apoyado Frutos Secos el Rincón. La firma zaragozana nos aporta equipaciones de calidad".

No es muy amigo de los masajes. "Es sobre todo por vagueza. Te deja muscularmente tocado para las series. Pero el masaje de descarga es muy necesario". Ahora no sigue los consejos de un psicólogo. "Pero cuando estuve con Julieta París me explicaba que no había que estar alterado, ni excesivamente relajado antes de la competición. Pero mi madre dice que estoy muy agresivo antes de competir. Me doy cuenta que si llego en un buen estado de forma, no temo a nada, ni a nadie. Tras la carrera soy lo más deportivo posible", reconoce.