El español Fernando Alonso, doble campeón mundial de Fórmula 1, debutó ayer en el Mundial de Resistencia (WEC) con una exhibición que le sirvió para ganar las Seis Horas de Spa, la primera prueba del campeonato, que se disputó en el circuito de Spa-Francorchamps (Bélgica) y que se resolvió con gran emoción.

El asturiano se impuso en la categoría principal, LMP1, a bordo de un Toyota TS050-Hybrid, formando equipo con el suizo Buemi y el japonés Nakajima en una prueba que dominaron de principio a fin pero que se resolvió por tan sólo segundo y medio. El equipo de Alonso completó un total de 163 vueltas y ganó la prueba por delante del otro Toyota, el del inglés Mike Conway, el japonés Kobayashi y el argentino Pechito López.

El ovetense volvió a disfrutar de una victoria, pero la tuvo que pelear hasta el último suspiro. Llegó a tener más de un minuto de ventaja sobre el otro Toyota, pero la entrada en pista del coche de seguridad, tras el accidente del ruso Matevos Isaakyan, provocó que la diferencia se desinflase por completo. Y en las últimas vueltas, Conway azuzó todo lo que pudo. El asturiano logró un colchón de tres segundos que Conway fue reduciendo poco a poco, pero no pudo sobrepasar a un Alonso que se mostró muy sólido.