Tres goles en los primeros 35 minutos del partido permitieron al Barcelona rubricar una brillante victoria ante el Málaga (3-0), que sitúa a los catalanes en tercera posición a siete puntos de la cabeza de la clasificación a la espera de su visita, el próximo fin de semana a un Bernabéu donde se jugarán sus últimas opciones de luchar por el título. Seguramente el Bar§a habrá llegado tarde a la lucha por el título, pero es innegable que su juego tiene los quilates necesarios para invitar al optimismo entre sus seguidores.

Ante el Málaga, un equipo en racha, que había sumado 20 puntos en los últimos nueve partidos, los azulgrana ofrecieron lo mejor de sí mismos. El Barcelona dibujó un fútbol de fantasía, con acciones geniales, jugadas al primer toque y con juego al espacio libre: todo un dechado de virtudes. Javier Saviola, en su partido número cien de liga con el Barcelona, es el reflejo del buen momento de su equipo. Marcó el primero y dio el segundo. El Pibito , con 11 goles en su haber, está en su mejor momento. Aprovechó un centro desde la izquierda de Luis García y en el área pequeña, allí donde no hay espacios, se adelantó a todos y marcó en el minuto 19.

PRECIOSISTA Ronaldinho, con su juego preciosista, habilitó el juego a diestra y siniestra, especialmente por la derecha, donde encontró a un dispuesto Luis García, quien dio una lección de desmarques y de ganar la espalda al rival, ayer un sufrido Valcarce. Un gran pase de Saviola, su cuarta asistencia de gol, permitió el

2-0 de Luis García. En 24 minutos, el partido estaba decidido, el Málaga desmontado y el Barcelona cada vez más a gusto y con más confianza.

TANTO DE COCU Una nueva aproximación de Saviola no acabó por gol por poco y después Philip Cocu, en su partido 200 en Liga con los azulgrana, también festejó con gol la efeméride. Fue después de un certero disparo desde la frontal (m.35). Los andaluces también tuvieron sus acciones, especialmente por medio de jugadas de estrategia y con Diego Alonso como principal protagonista, aunque el delantero no acertó.

Los destellos de calidad del Barcelona fueron en aumento hasta el final del primer tiempo y sólo la lesión de Carles Puyol, que seguramente no podrá jugar ante el Real Madrid, empañó un tanto la fiesta.

Tras el descanso, Rijkaard prefirió dejar en el banquillo a Davids, a una tarjeta de la suspensión por amonestaciones, para asegurarse su presencia en el Bernabéu. Entró Andrés Iniesta y el albaceteño en diez minutos dio dos asistencias de gol que Saviola y Luis García desaprovecharon.

La intensidad del partido bajó muchos enteros en el segundo tiempo. Los azulgrana parecían más dispuestos a ahorrar energías, por aquello de que el próximo domingo tienen una cita en el Bernabeu, que otra cosa.