En Arcos de la Frontera se disputó a finales del mes pasado el campeonato nacional de ciprínidos en agua dulce en las categorías infantil y juvenil, con concursantes de 8 a 18 años, en lo que se considera la gran prueba de fuego para conocer la cantera de pescadores.

A este concurso acuden, desde siempre, representantes aragoneses, "porque desde la Federación entendemos que a estas edades es cuando no sólo hace falta conocer y saber pescar, sino también mantener una gran concentración y mostrar una dura disciplina que es fruto de muchas horas de entrenamiento", reconoce el presidente de los pescadores aragoneses, Ramón Rodríguez.

En esta edición, celebrada en el que se considera uno de los mejores escenarios de pesca de competición, como es el coto de Arcos de la Frontera, los cuatro pescadores juveniles de Aragón quedaron en un discreto décimo puesto, mientras que los infantiles se clasificaron en séptimo lugar. Son puestos normales, "ya que hablamos de un campeonato al que van los mejores, que han superado las pruebas de sus clubes y de su Comunidad", precisa Ramón Rodríguez, que recuerda que en los nacionales de 1998 Aragón se alzó con las victorias en ambas categorías. Además, apunta el responsable federativo, "es más fácil que un gran pescador tenga un mal día, a que participe un aficionado flojo". En este sentido, el presidente asume que "si queremos formación, hay que ir a los campeonatos, porque aunque se busca la victoria, también es necesaria la experiencia, el conocimiento de cotos, y porque es cuando más te das cuenta de lo duro que puede ser la pesca como deporte y del esfuerzo que conlleva llegar a un primer nivel de competición". Los ocho representantes aragoneses han estado asesorados por Jesús Egea y María Lacasa, quienes llevan sobre sus espaldas varios campeonatos nacionales.

Próximas citas

El viernes y sábado próximos se celebra el 26 concurso interprovincial y el sexto internacional de pesca de trucha a mosca en el río Guadalaviar en Albarracín. Al campeonato asisten 120 pescadores, el máximo establecido, ya que el río no permite aumentar el cupo de participantes. Este concurso, que empezó como una competición entre Teruel y Valencia, al que se sumó Castellón, ha acabado siendo uno de los más atractivos para esta modalidad. En el mismo, no sólo se pesca a mosca, sino que paralelamente hay un espectacular concurso de montaje de moscas, así como conferencias y charlas.