Los pilotos, los ídolos, son las caras más visibles del Mundial de MotoGP, pero detrás hay más. Muchísimo más. Para tratar de entenderlo hay que vivirlo, sentirlo en la propia piel, y nunca será suficiente para conocer todo lo que rodea al mayor espectáculo del motociclismo internacional. Para ayudar a traerlo a casa, una legión de medios de comunicación trabaja día y noche para acercarlo a millones de personas. Y ellas son dos referentes del campeonato.

Izaskun Ruiz y Natacha Alfageme viven en las alturas. Primero, porque no paran de viajar de un lado a otro del globo. Segundo, porque periodísticamente están en lo más alto por méritos propios. Ambas trabajan para DAZN, la plataforma de televisión (cuestión de los nuevos tiempos) encargada de transmitir todo lo que sucede en el Mundial para España. Cada semana. Cada Gran Premio.

Llegan a la terraza del motorhome de Suzuki después de un duro día de trabajo, pero con una sonrisa. Es su pasión, una forma de vida. «Lo más mágico es poder tener un trabajo del que disfrutas, es un privilegio», asegura Izaskun. Es un rostro muy conocido y reconocido por su profesionalidad y sabiduría. «Cumplo mi octava temporada entre TVE, Movistar y DAZN. Tuve clara mi vocación de ser periodista, aunque no tengo ni idea de por qué». Antes había trabajado en otros deportes, «pero al hacer motos me enganché muchísimo». Y hasta hoy.

Así como Izaskun se lo encontró por casualidad, Natacha no. La culpa la tiene una amiga suya en el instituto, muy fan de Rossi. Veía las carreras con ella, «me gustó mucho y pensé que la forma de llegar aquí era hacer periodismo». Así fue. Se dedicó al motor, pero más a coches y a producto que a competición, pero ya lleva seis años en el Mundial. Y después de todo, tras este tiempo, todavía piensa «ostras, dónde estoy». Una privilegiada.

UNA MANERA DE VIVIR

Ambas también son muy claras. No, el Mundial no es un mundo de hombres y ellas tienen mucho que decir: «Cada vez hay más mujeres. Mecánicas, telemétricas, responsables de prensa, en Dorna, pilotos, jefas de equipo…», empieza relatando Natacha antes de que Izaskun corrobore diciendo que «cada vez hay más y se nota», pero también advierte que «sigue sin estar equilibrado y hay mucho trabajo por hacer». «El motor no creo que sea un mundo de hombres, pero quedan barreras por derribar», recalca.

El público está acostumbrado a ver solo lo que aparece en la televisión y a veces cuesta reconocer lo laborioso que es acercar la información con rigor y dinamismo. «¿Lo que no se ve? Todo el trabajo real. Hay un gran esfuerzo físico y mental. No tener tiempo para comer, poco para dormir…», relata Natacha.

Y cuando se apagan las cámaras, el equipo y la gente del paddock reconocen que es como una gran familia, en el sentido más amplio de la expresión, porque «hay días buenos, malos, discutes, te diviertes…», dice Izaskun riéndose. Es una manera de vivir y, por tanto, hace que se encuentren en restaurantes, en la cola del aeropuerto o esperando maletas con todo el mundo, y también con los pilotos: «La relación con ellos es fácil y se crean vínculos sobre todo con los españoles, pero es una relación profesional», explica Alfageme.

Por cierto, a ambas les seduce Motorland. Izaskun reconoce que el trazado le gusta y, además, «es un circuito cómodo para trabajar y eso se agradece». Natacha se queda con «el paisaje» y con todo, que es «súper bonito». También coinciden en que han tenido que actualizarse, porque DAZN no es una televisión convencional, es otra forma de ofrecer contenido, a la carta y por Internet. «Hay reportajes muy chulos y la gente no sé hasta qué punto sabe todas las cosas que colgamos más allá del directo», cuenta. «Es el futuro y hacia donde vamos. Es el primer año de DAZN en este deporte y en España va a seguir progresando», concluye Izaskun Ruiz. Seguirán informando.