El Casademont Zaragoza femenino recibió un correctivo (64-85) del Movistar Estudiantes, un rival de la zona media-alta de la tabla, pero un adversario al que necesitaba ganar para dar un salto de calidad y en la clasificación. Las aragonesas, tras un gran primer cuarto, se diluyeron en el segundo y, tras el descanso, desaparecieron de la pista, encajaron un 9-27 de parcial en el tercer periodo y la distancia ya fue tan grande que las de Carlos Iglesias no tuvieron ninguna opción de triunfo.

El Casademont, con un trabajo defensivo intenso, sacó rédito para el 8-0 y forzar el tiempo de Alberto Ortego mediado el cuarto. Aunque el Estudiantes encontró la rendija del triple para que la brecha no fuera tan adversa, en ataque las zaragozanas sumaban coralmente.

Las madrileñas adelantaron su defensa, ahogando las líneas de pase locales, mientras que en ataque ejecutó con más fluidez su juego con Gretter y Carter para encaramarse al 25-21. No se rindió el Casademont y, si bien cargó de faltas a las rivales, se dejó en el libre valiosos puntos para devolver una holgada ventaja. Nicholls se fue al triple y Gatling al libre para el 30-25. Pero el arreón final de las visitantes igualó a 32 e incluso se adelantó 34-36 el Movistar Estudiantes, cambiando la tendencia en el descanso.

Tras la pausa, apretó el cuadro visitante hasta el 40-47 y Gatling acudió al auxilio pero no estaba fluido en ataque y Carlos Iglesias paró el asunto. No podía el Casademont Zaragoza parar el ritmo rival, que se fue al 42-54, sin que nadie acertase a resolver en ataque. Sangare, con su anticipación en defensa, dio la pista del camino mientras Niyngifa y Knight abrían brecha hasta el 42-60. Apostaron las aragonesas por una zona 2-3, pero el Estudiantes no bajó el pistón. Marina Cenis con un triple abrió su cuenta y Alejandra Mastral lo hizo después mientras las madrileñas liquidaron el duelo.