La norteamericana Leslie Knight lleva diez años viviendo en España. Proviene del estado de los mil lagos, de las praderas interminables y los bosques inmensos. En Minnesota, un estado fronterizo con Canadá y donde gran parte del invierno las llanuras están cubiertas de nieve. Sin embargo, el invierno español, las nieblas y el viento de Zaragoza le parecen a Knight como la primavera.

Nació hace 32 años en Minneápolis, la ciudad de Prince. Llegó a España después de jugar una campaña en Suiza. Después fichó por el Alcobendas de Liga Femenina 2. Allí conoció a un madrileño, se casó y tiene la doble nacionalidad. Su español es perfecto. «La gente dice que soy más española que americana, pero soy normal. Echo de menos a mi familia, pero me veo en España unos años. Aquí hace menos frío que en Minnesota. Muchas veces allí estamos por debajo de -10 grados».

Es inquieta, curiosa y le gusta conocer otras culturas. «Me gusta viajar, conocer gente, las comidas. Europa es una gozada para viajar y hay que aprovecharlo. Me gusta de aquí la historia porque en mi casa no hay historia. En Minneápolis solo hay edificios modernos, pero cuando paseo por Zaragoza o Madrid me fijo en los balcones, los edificios... Tienen un encanto que no hay en Estados Unidos», reconoce.

Tras la experiencia de cuatro años en el Alcobendas fichó por el Mann Filter en su primer año en la Liga Femenina. «Ya estaba Isaac Caseras, el preparador físico actual. Álex Cebrián era el entrenador y estaban Teresa Seco, Pilar Valero, Javier Aladrén y Carlos Lanau. Teníamos una buena dinámica con el cuerpo técnico y vivía con Gisella Vega en un piso. Tengo un buen recuerdo», indica.

Después estuvo cuatro años en el Campus Promete de Logroño de la Liga Femenina. Este año regresó al Mann Filter, un equipo totalmente nuevo de arriba a abajo. «Éramos todas nuevas y solo coincidí con Carolina Esparcia. Ha habido muchos cambios. Siempre cuesta adaptarse al nuevo sistema del entrenador, hay que aprender todo de nuevo, buscar tus espacios y tus momentos, entender el juego. Además estuve lesionada un mes en el gemelo izquierdo», explica.

DIFÍCIL ADAPTACIÓN

Tras una difícil adaptación colectiva, el Filter se encuentra ahora el décimo de la tabla con cinco triunfos tras su magnífico triunfo del domingo pasado ante el IDK Gipuzkoa. «Las vascas casi no tenían rotaciones y si corríamos no podían aguantar con una intensidad alta. Pero no fue nuestro mejor partido. Cuando se pusieron en zona, no supimos reaccionar como nos gustaría. Pero nuestros tiros entraron y eso siempre ayuda», reconoce Knight.

De cara a la segunda vuelta la norteamericana afirma que tienen que mejorar «nuestro nivel físico y de agresividad. A veces salimos a la pista y hacemos menos faltas que el otro equipo, dejamos que coja más rebotes. Tenemos que ser más duras», indica.

Es una ala pívot con agresividad y gran movilidad. «Soy una jugadora activa. Corro bastante bien de fondo a fondo. Me gusta pegarme con las rivales y no me importan los empujones. En los entrenamientos tiro de tres, pero durante los partidos busco más mis tiros de confianza. Hace cinco años en Zaragoza me pusieron de alero, pero estoy más cómoda de cuatro», reconoce.

La primera vuelta del Filter ha sido muy irregular. Buenos partidos y derrotas por paliza como con La Seu, Valencia o Girona. «Contra Valencia estaba lesionada en el banquillo. Desde fuera también se sufre viendo a tu equipo sufrir. Creo que fue más dura la derrota del Valencia que la del Girona porque les vemos más como de nuestra Liga y no deberían ganarnos de tanto», explica.

Mann Filter tiene muy buena materia prima sin explotar todavía al máximo. «Es importante adaptarse al juego, encontrar tus espacios y tus momentos, lo que quiere el entrenador. Yo misma sé que puedo hacer más. La cuestión es sentirse tranquila, cómoda, con confianza y eso depende de nosotras», reconoce Knight.