El defensa Serginho, del club brasileño Sao Caetano, falleció en la madrugada del jueves en un hospital de Sao Paulo tras sufrir un paro cardiorespiratorio sobre el césped, a los 14 minutos del segundo tiempo del partido que su equipo disputaba contra el Sao Paulo.

Serginho, de 30 años, se desplomó inconsciente súbitamente, sin haberse chocado con un adversario y fue auxiliado por los médicos sobre el terreno de juego, antes de ser trasladado al centro hospitalario en el que falleció minutos después.

El médico del club, Marco Aurelio Cunha, dijo que cuando llegó hasta donde el jugador estaba tendido percibió que el cuadro era "preocupante y la situación crítica debido a un paro cardiorespiratorio", mientras que otro doctor, José Sánchez, indicó que "no tenía pulso periférico y respiraba con dificultad". Después, un escueto boletín médico del hospital indicó que a pesar de todos los esfuerzos, el jugador no resistió al tratamiento y falleció poco más de media hora después de haber ingresado en el centro.

Antes de conocer el triste desenlace, el portero del Sao Caetano, Silvio Luiz, admitió que el jugador le había confiado su problema, pero que no estaba siguiendo ningún tratamiento para su dolencia. "Sabíamos lo que estaba pasando, ya que él se había realizado exámenes e indicó que había alguna cosa en el corazón, pero las probabilidades de que ocurriera algo eran del uno por ciento. Lamentablemente, ocurrió", dijo el guardameta.

Una vez que la ambulancia abandonó el estadio llevando a Serginho a un hospital, los jugadores, auxiliares, entrenadores de ambos equipos, además de los árbitros del partido, se abrazaron en un círculo en el centro de la cancha, y rezaron por una recuperación que no se produjo.

TRES DIAS DE LUTO Mientras, la Confederación Brasileña de Fútbol declaró tres días de luto en este deporte en homenaje al futbolista fallecido. Mientras, Ronaldinho, jugador brasileño del Barcelona, lamentó la muerte. "Lo conocía por haber jugado contra él. Es algo que nos deja muy tristes", dijo.

No es, en todo caso, la primera vez que el fútbol brasileño vivía una tragedia semejante. En 1982 el jugador Carlos Alberto, del Recife, también murió en el campo a causa de un ataque cardíaco.

Más recientes son los casos del camerunés Foé y el húngaro Feher. En junio de 2003, durante un partido entre Camerún y Colombia de la Copa de las Confederaciones de la FIFA, el camerunés Marc Vivien Foé cayó inconsciente y poco más tarde falleció. En enero de este año el delantero Miklos Feher (Benfica), también se desplomó en plena cancha cuando se enfrentaba al Vitoria de Guimaraes y murió más tarde a causa de un paro cardiorespiratorio.