El deporte lleva mes y medio paralizado. Deportistas encerrados en casa, Ligas a mitad, algunos gastos fijos y cero ingresos. Una situación que tiene sumidos a los clubs más modestos en la más absoluta incertidumbre. Es la palabra que más repiten Sala Zaragoza, Escuela de Waterpolo, USJ Fénix, CH Jaca, Opel Zavisa Alfindén, Patria Hispana Almozara, Dominicos y Schär Zaragoza. Los ocho explican su situación y sus dudas para el futuro. ¿Cómo va a concluir la temporada actual? ¿Cuándo y con qué formato podrá comenzar la siguiente? ¿Quién querrá patrocinarles? ¿Qué ocurrirá con las subvenciones públicas?

Las entidades con estructura profesional se acogieron a un ERTE casi desde el primer momento. Fue el caso del Mann Filter, Levitec Huesca, Bada Huesca, Real Zaragoza y Casademont. Paralelamente, estos dos últimos y el Huesca llegaron a un acuerdo con sus primeras plantillas para una rebaja de los salarios. También recurrió a esa medida el Sala Zaragoza, que sí cuenta con un equipo profesional. «Nuestra Liga ha terminado y el 14 de marzo presentamos un ERTE para garantizar los contratos de las jugadoras y del personal del club. Gracias a eso y a los acuerdos con los patrocinadores, excepto la luz no tenemos ningún pago en estos momentos», explica su presidente, Jesús Muñoz.

Pero el resto de clubs no cuentan con jugadores profesionales, así que ni siquiera pueden hacer eso. «No hacemos un ERTE porque no hay nóminas», dice José Manuel Albero, presidente del Alfindén. El CH Jaca tiene cuatro entrenadores en nómina, «a dos les dimos de baja porque eran fijos discontinuos y, a los otros dos, les hicimos un ERTE», indica su máximo responsable, Antonio Betrán. En el caso del Fénix se lo han tenido que aplicar al único trabajador con sueldo del club, el encargado de cuidar las instalaciones en el Velódromo.

Ahora, lo primero es cerrar la temporada actual. Se trata de una situación inédita que no está reglamentada, así que cada federación, cada Liga, busca sus propias soluciones. La mayoría de casos se van resolviendo. La Federación de Balonmano ha sido la última en decir que cierra el curso y que no habrá descensos pero sí ascensos, lo que ampliará el número de participantes si no hay bajas por el camino. El Schär y el Dominicos seguirán en División de Honor Plata, y también los equipos aragoneses de Primera.

CATEGORÍA SALVADA / Una semana antes se pronunció la Federación de Natación, para alivio de la Escuela de Waterpolo. «Se ha dado por suspendida definitivamente la competición, así que estamos un año más en División de Honor», explica Fran Orizo, entrenador. El equipo era colista de la Liga Premaat cuando se suspendió todo, pero estaba a tres puntos de la salvación y tenía opciones de conseguirla. Han evitado así el mal mayor, el «destrozo» que hubiera supuesto el descenso.

También ha terminado el CH Jaca. «Retomar la competición es imposible porque el Ayuntamiento, con muy buen criterio, ha deshelado la pista, que genera mucho gasto. En nuestro caso, si ahora se levantaran las restricciones como muy pronto habría hielo en agosto. Ahora lo firmaríamos», explica Antonio Betrán. También ha concluido la Primera División para el Sala Zaragoza. En cambio, aún queda por saber qué les ocurrirá al USJ Fénix y a los equipos de la Liga EBA.

La Federación de Baloncesto ya se ha pronunciado sobre la LEB Oro, habrá ascensos pero no descensos, aunque todavía no ha resuelto otras categorías como la Liga EBA, de lo que está muy pendiente el Patria Hispana Seguros Almozara. «Estamos en descenso. Si los mantienen, tendríamos que salir en Primera. Si no, tendrán que ampliar los grupos. Lo más lógico es que no se reanude, los pabellones están cerrados», explica José Carlos Herrero, su entrenador.

«La federación no ha decidido todavía, parece que quiere que se pronuncie el CSD. Nosotros damos la temporada por zanjada, muchos de nuestros jugadores han vuelto a Francia. Acataremos órdenes y, si hay que jugar, lo haremos con los jugadores que tengamos», indica Carmelo Sánchez, del USJ Fénix. Reanudar las Ligas implica varios problemas, como la necesidad de hacer una mini pretemporada para evitar lesiones o los jugadores que ya se han ido o tendrán selectividad. «Están entrenando en casa, en cuanto a salud y físico es un hándicap. Y no sabemos la disponibilidad de las jugadoras al 100%», señala Reyes Becerril, presidenta de Dominicos.

De esas decisiones dependerá la temporada que viene, tanto si alguno cambiara de categoría como si se modifican los sistemas de competición, se amplían las Ligas y se establecen nuevos grupos. «Hay que buscar fórmulas que no sean más caras», indica Miguel Mendo, del Schär. Ahora, los clubs no tienen gastos, pero algunos han perdido ingresos porque hay contratos de patrocinio que se abonan por meses. Y se han suspendido todo tipo de actividades que generan ingresos.

LAS SUBVENCIONES / Todos están pendientes de cobrar las subvenciones del Gobierno de Aragón, que han quedado paralizadas. En el presupuesto del año se asignó una cantidad general pero no están convocadas ni repartidas las cifras. Los ocho comprenden que esa no es ahora la prioridad, pero necesitan una respuesta para saber a qué atenerse en el futuro. «Dependemos de las ayudas públicas, cuotas de socios, jugadoras y otras categorías. A ver hasta qué punto podemos llegar», destaca Fran Orizo. «El presupuesto del primer equipo es independiente del de la base y depende de las subvenciones», dice Reyes Becerril, de Dominicos.

«El problema es la temporada que viene. La economía está tan mal que a ver quién pone dinero. Salir será difícil», resume José Manuel Albero, del Alfindén. «Necesitamos 30.000 euros mínimos para salir, para cubrir nuestros gastos: 500 euros de arbitraje por jornada, 1.000 euros de autobús por doce salidas más el viaje a Mallorca, las fichas, inscripciones, pabellón... A ver si es posible salir en EBA», relata José Carlos Herrro, técnico del Almozara.

«Económicamente es un palo fuerte. Tenemos entre 180 y 200.000 euros de presupuesto. El parón de marzo a mayo va a suponer 15 o 20.000 euros de déficit. Lo peor no es lo que ha sucedido sino el futuro, la incertidumbre. No sabemos si contratar o renovar jugadores. El 15% de nuestro presupuesto son pequeños patrocinadores. Cuando vayamos a preguntarles en agosto a ver qué nos dicen», relata Antonio Betrán.

El Sala Zaragoza ha hecho bien los deberes, está al corriente de pago y no va a tener problemas económicos esta temporada. La siguiente es otra historia. «Con el tejido empresarial destrozado, no querrán oir hablar de patrocinios. El presupuesto va a estar complicado. Estamos en un periodo de incertidumbre lleno de estrés. Quieres hacer cosas pero no puedes. Tendremos el presupuesto más austero posible y esperamos que haya subvención», explica Jesús Muñoz, el presidente. El Sala Zaragoza tiene un millón de euros de presupuesto, del que algo más de 300.000 serán para el primer equipo.

LAS CUOTAS / Carmelo Sánchez cree que, además, la temporada que viene tampoco será normal ante la posibilidad de un nuevo rebrote del virus. «La planificación del primer equipo va a ser de año de trámite. Tiraremos de la gente de la cantera pero no haremos un equipo para competir por objetivos más amplios. Esta temporada vamos a perder el bonus por el playoff de algunos patrocinadores, pero la acabaremos sin problemas. Para la siguiente doy por hecho que va a bajar el mercado de patrocinios un 30%. Habrá que bajar el presupuesto un 40% mínimo. Estamos abocados a una economía de guerra».

En muchos casos los patrocinadores están al lado de estos equipos por vínculos afectivos, emocionales, y a eso se agarran para mantenerlos. «Confiamos en que los patrocinadores puedan seguir. Tenemos la suerte de que algunos llevan mucho tiempo», explica Reyes Becerril, de Dominicos.

«La idea es afrontar la próxima temporada pero es una incertidumbre total. El Schär se sostiene con un magnífico patrocinador, las subvenciones y patrocinadores más pequeños. Nuestra estructura es amateur, estamos acostumbrados al esfuerzo y la lucha. Habrá que esforzarse más, pero lo llevamos en el ADN», asegura Miguel Mendo.

Son clubs modestos en cuanto a su estructura profesional, pero cuentan con una base enorme con centenares de niños y niñas, y ahí van a tener otro problema. «Habrá familias que no puedan pagar las cuotas», advierten todos. Algunos, incluso, han devuelto varios meses de esta temporada. Lo hizo el CH Jaca, que ha reintegrado a sus socios la parte proporcional de estos meses sin actividad. La Escuela de Waterpolo prevé una compensación por este motivo la temporada que viene, lo que reducirá aún más sus ingresos. Y aumentará los problemas.