El Huesca afronta una nueva final, la primera de las siete que le quedan para intentar meterse en las eliminatorias por el ascenso, y lo hace por segunda vez consecutiva en El Alcoraz ahora ante un rival directo, el Baracaldo.

No se puede permitir ningún tropiezo el conjunto oscense ya que si deja escapar algún punto en su feudo prácticamente diría adiós al play-off del que ahora está fuera a cuatro puntos.

La victoria del equipo azulgrana ante el Conquense, que le dio tres puntos pero también le dejó el amargor de la grave lesión de Fito, ha supuesto una inyección de moral y confianza al equipo, aunque sabe que dispone de escaso margen de error y no se puede relajar.

El entrenador David Navarro, que debutó en el banquillo azulgrana con victoria, ya no podrá contar con el media punta Fito hasta final de temporada y su puesto puede ser para el media punta Alex Bernal, a la espera de poder fichar un jugador para cubrir la baja.

También será duda el centrocampista Marc Martínez, el encargado de dirigir al equipo, por una contractura en la parte posterior del muslo, y Sesma que si bien está recuperado tal vez no se le fuerce para este encuentro.

Por su parte, el Sariñena se desplaza hasta Bilbao para enfrentarse el domingo, en las instalaciones de Lezama, al Athlétic B en un partido muy difícil para los monegrinos al medirse a un rival que lucha por estar entre los mejores.

Manolo Villanova, técnico del Sariñena, que no va a poder lograr el objetivo de la permanencia, quiere mantener en sus jugadores la tensión hasta el final de temporada y tratar al menos de salir de la última posición, ya que el descenso es inevitable.