Manolo Jiménez quiere que la confección de la plantilla no sea una labor de Agapio Iglesias, una gestión personalista que el presidente ha asumido en demasía en los últimos tiempos, sino que sea una tarea conjunta por parte de los técnicos, incluido él, que tendría también su poder de decisión. Así se trabaja en el Sevilla, con Monchi, Víctor Orta y Ramón Vázquez, y es el modelo que quiere implantar: "Lo primero es designar una comisión deportiva. Ni tengo que fichar yo para el Real Zaragoza, ni tiene que ser una sola persona. Tiene que haber cuatro o cinco que barran el mercado, que haya varias propuestas, por orden, puesto y prioridades. Así estoy acostumbrado a trabajar", sentenció, para añadir: "Yo me puedo equivocar en un jugador, pero si a ese futbolista lo han visto cuatro profesionales difícilmente te vas a equivocar".

"No soy el encargado de comprar medicinas para el Zaragoza. El trabajo solo te garantiza posibilidades de éxito, pero si encima no hacemos bien las cosas lo que hay es muchas opciones de fracaso", añadió el técnico zaragocista, que quiere otra forma de trabajar para elaborar las plantillas. Hasta ahora, Agapito las hacía tarde y mal. Ahora, Jiménez no quiere que suceda así: "Quiero gran parte de la plantilla cerrada cuando nos vayamos de pretemporada o en los primeros días. No entiendo que un futbolista llegue a falta de poco para comenzar la Liga. Puede ser un caso extremo o dos, por una necesidad puntual".

Jiménez en todo caso no se refiere a nombres concretos, a personas de su confianza para trabajar en ese organigrama técnico, porque, "yo no voy a imponer quien tiene que venir, hablo solo de la estructura, de una filosofía. Lo que quiero es que el Zaragoza sea un club moderno, aunque sé que eso no se hace un día", dijo, mencionando la obligación de tener una base de datos muy amplia a la hora de los fichajes.

"Es un error ir a ver la Eurocopa porque no podemos firmar jugadores de ahí. La vemos por TV y ya está. Pero sí podemos barrer la Segunda, los jugadores que terminen contrato. Para eso hay que tener una estructura, hay que moverse. Para eso los técnicos no solo tienen que ver el rival próximo sino trabajar las 24 horas de día. Hay que estar pendientes de todo". Y puso el ejemplo de Alves, al que el Sevilla fichó con 19 años para traspasarlo por 35 millones al Barça: "Hay que ir a buscar los Alves que hay por el mundo. A lo mejor están a 20 kilómetros de aquí. A mi lado quiero personas cualificadas y con ganas. El acierto de ellos va a ser el mío y supondrá la consecución de objetivos del Zaragoza".