El jugador de la selección neozelandesa de rugby confía en recibir el trasplante tras confirmarse que uno de sus amigos es compatible para llevar a cabo la intervención. Lomu, de 29 años, sufre una enfermedad renal crónica que podría ser fatal si no es tratada. El neozelandés espera que la operación sea un éxito para regresar en la Copa del Mundo del 2007. EFE