El Real Madrid no aprovechó los pinchazos del Atlético de Madrid y el Barcelona y perdió sus opciones de luchar por el título en la última jornada, después de perder en Balaídos ante el Celta de Vigo (2-0), en un partido en el que dos errores monumentales de Sergio Ramos y Xabi Alonso condenaron a su equipo.

Mermado por las bajas de muchos de sus titulares (Cristiano Ronaldo, Benzema, Di María, Pepe y Carvajal), Ancelotti, que también reservó a Bale, sacó un once de circunstancias. Alineó en el centro del campo al brasileño Casemiro, quizás pensando en el recambio de Xabi Alonso para la final de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid, y en la línea más ofensiva situó a Khedira, quien seis meses después de romperse la rodilla volvió a jugar un partido oficial. Al alemán se le vio falto de ritmo, lo que alimenta las opciones de Casemiro.

Un monumental fallo de Ramos al borde de su área lo supo explotar Charles poco antes del descanso. Otro error infantil, esta vez de Xabi Alonso al querer ceder a Diego López, acabó por matar a su equipo al cuarto de hora de la segunda mitad.