En Boquiñeni se olía algo bueno. Por eso, en el pueblo donde nació Hermelinda, la madre de Carlos García y Roberto García, los mejores mediofondistas aragoneses del momento junto a Eliseo Martín, se fletó un autobús para animar a los atletas del Adidas en el Mitin de San Sebastián, donde pretendían realizar la mínima olímpica en los 5.000 para los Juegos de Atenas.

Desde el pueblo se llevaron una bandera de Aragón en la que escribieron Boquiñeni, con los gemelos . Y cuando comenzó la carrera fueron a los que más se escuchó en el inmenso estadio de Anoeta. Los gemelos nacidos en Fuendejalón fueron devorando metro a metro junto a las liebres , los kenianos Bitok y Kwalia y sus máximos rivales, Castillejo y Chema Martínez.

A pie de pista también les animaron Eliseo y su entrenador Fernando García, e Isabel Macías, mientras que Andrés Moreno, el técnico de los gemelos, tomaba los tiempos. Todos eran conscientes de que era el mejor 5.000 en la historia del atletismo español.

Cuando llegaron los zaragozanos a meta con la mínima olímpica en el bolsillo, cumplieron el sueño de su vida. José María Odriozola, presidente de la Federación Española, exclamaba cuando abandonó el estadio: "¡Qué carrera han hecho los hermanos Dalton!".

El caso de los García es único: dos gemelos, que corren en Adidas en la misma distancia y que entrena Andrés Moreno. Pero nunca habían estado a su máximo de forma al mismo tiempo por las lesiones.

"Estoy contento del resultado, porque he echado lo que tenía que echarle y ha salido la marca", decía tras la carrera Roberto García. "A tres vueltas del final se ralentizó el ritmo y decidí tirar. Por lo menos moriríamos con las botas puestas", decía Roberto García, que terminó en 13.16.13 y se impuso en un cerrado esprint a su hermano.

El primer paso

Carlos García afirmaba que "hemos dado el primer paso para ir a los Juegos. Con la mínima las cosas se afrontan de otra manera. Me da igual que me gane Roberto y me satisface haber entrado en el mismo segundo".

Roberto volvió por sus fueros tras estar medio parado en invierno. Hace dos años fue cuarto de los 5.000 en los Europeos de Múnich. "Cuando entrenas fuerte y las cosas salen, la alegría es tremenda, tras tantas desilusiones".

Carlos tenía claro que la marca "nos la hemos ganado con nuestro trabajo y nuestro coraje. No nos ha ayudado nadie. Me puse en cabeza al principio y Roberto tiró como un bestia las tres últimas vueltas".

Para Roberto, tuvo mucha culpa de su carrerón los gritos del autobús de Boquiñeni. "Nos han animado mucho nuestros padres, la familia y la marca va para ellos". Carlos siempre recordará ese autobús. "Era increíble. Cuando pasábamos por la pancarta nos daban una gritos impresionantes".

Ahora seguirán su preparación. "Correremos el Mitin de Madrid y nos pondremos rápidos para afrontar la carrera táctica de los Nacionales", dijo Carlos García. Las quinielas les favorecen para correr los Juegos. "Tenemos mínima Martínez, Castillejo, nosotros y pueden realizarla De la Osa y España". Que dos hermanos estén a su nivel "no es casualidad. Los dos valemos esto. Mi hermano lo demostró en el 2002 y yo es normal que esté en estas marcas", concluía Carlos García.