Fiel a la cita, José María Movilla acudió ayer por la mañana un día más a la Ciudad Deportiva para presenciar desde la grada el entrenamiento de la plantilla. Es lo que ha venido haciendo habitualmente Movilla desde que el club aragonés le comunicó que no podía entrenarse hasta nueva orden por haberle incoado un expediente contradictorio. La semana pasada, el veterano jugador decidió acudir al vestuario para saludar a sus compañeros y a Paco Herrera y desde el Zaragoza no se le dio ninguna importancia a este hecho. Ayer hizo también un amago de bajar de la grada al vestuario, pero dio marcha atrás. En esa zona se encontraban en ese momento el consejero Luis Carlos Cuartero y Moisés, secretario técnico del club.