Rafael Nadal se dio un paseo para celebrar sus 50 partidos en Wimbledon. En su debut en el torneo, el dos veces campeón (2008 y 2010) no tuvo problemas para deshacerse del australiano John Millman (137 del mundo), al que derrotó por 6-1, 6-3 y 6-2. Era el primer partido oficial que el mallorquín disputaba en hierba desde que fue eliminado en el 2015 por el alemán Dustin Brown, en la segunda ronda.

«Ha sido un buen comienzo y muy positivo para mí», dijo Nadal, que entró en la pista con mucha precaución, consciente de que llevaba un par de años sin jugar en esta superficie. Precavido, pero sólido y agresivo. «Había que evitar errores no forzados», explicó. Rompió el servicio de Millmann de salida y ya no dejó escapar la ventaja para cerrar el partido en 1 hora y 43 minutos.

Después de llegar a la final cinco veces en seis años seguidos (2006-2011), Nadal afronta Wimbledon con la precaución de unos pobres resultados con derrotas en las primeras rondas ante Rosol (2012), Darcis (2013), Kyrgios (2014) y Brown (2015). «Hacía un montón de años que no ganaba partidos aquí. He ganado y estoy ansioso por jugar el segundo. Jugar aquí es muy especial y estoy feliz de estar de vuelta», dijo Nadal, que se cruzará mañana con el estadounidense Donald Young. Será una nueva prueba para reencontrar sensaciones olvidadas.

También superó el debut con buenas sensaciones el actual campeón de Wimbledon. Andy Murray. Se deshizo del desconocido tenista kazako Alexander Bublik (135 mundial) también con contundencia (6-1, 6-4, 6-2).

No salió igual de contento de la pista central Stan Wawrinka. El número 3 mundial, reciente finalista de Roland Garros, se despidió en primera ronda a manos del ruso Daniil Medvedev (6-4, 3-6, 6-4, 6-1) que, a sus 21 años, jugaba por primera vez en Wimbledon, pero que es ya una de las promesas del circuito.