El regreso brillante de Gareth Bale, los goles de Benzema y el dulce momento de Jesé, tumbaron a un Villarreal fiel a su estilo en el Bernabéu (4-2) y permitieron al Real Madrid dejar en el olvido por un día al sancionado Cristiano Ronaldo. El Madrid se pone líder.

A poco de empezar apareció Bale para robar la cartera a Dorado. El central apostó por sacar el balón jugado antes que dar un pelotazo para despejar. Le costó caro. Bale se presentó ante Asenjo y definió con calidad. El Villarreal no trastocó su estilo pese a las bajas. El riesgo de jugar más cómodo el Real Madrid ante un rival que habla su idioma estaba presente. Benzema hizo el segundo tras pase de Bale.

Era el minuto 25 y muchos podían pensar en dar carpetazo al duelo pero en frente estaba el Villarreal que había perdonado en un remate de Pereira y Edu Ramos había probado a Diego López. Su tercera llegada acabó en golazo. El partido revivía. Pero cuando el Villarreal comenzaba a tener balón para buscar el empate, salió a relucir la pegada del Madrid. Fue el factor diferencial. Un desmarque de Jesé, pase preciso de Di María y el canterano definió como los mejores.

El partido otra vez parecía sentenciado cuando apareció Giovani para firmar una obra de arte a balón parado. Carlo Ancelotti buscaba control y daba entrada a Xabi Alonso, que habría descansado todo el partido en caso de un resultado diferente. Marcelino ya iba por puntos haciendo debutar a Joan Román. Pero se encontró con el broche en un contragolpe madridista al ritmo de Jesé, que dejó el balón en la frontal para que Benzema chutase ajustado al poste.