No son sus primeros Juegos Paralímpicos, pero los nervios ante la cercanía del viaje a Atenas ya se dejan notar. Será un verano cargado de entrenamientos y concentraciones para los tres únicos deportistas que representarán a Aragón del 17 al 28 de septiembre en Grecia.

Roberto Abenia es, de los tres, el más experimentado en estas lides. Esta semana fue el último en saber que formaría parte de la expedición paralímpica, algo que, a punto de cumplir 32 años, ya no esperaba. Roberto, deficiente visual, asegura sentirse satisfecho. "Después de un año entrenando desde el principio de temporada ahora recogemos los frutos", dice. Sin embargo, tras más de 13 años jugando al goalball , no oculta el deseo de que estos sean sus últimos Juegos, a la vez que el broche de oro a una carrera deportiva que esta temporada le ha reportado grandes alegrías con el equipo de Aragón. "Hemos conseguido el subcampeonato de España y de la Liga Nacional", recuerda.

Este vendedor de cupones, ahora dedicado a funciones administrativas en Comisiones Obreras (CCOO), se mantiene en forma entrenando tres horas cinco días por semana. Gracias a su buena preparación física afrontará su cuarta cita olímpica con la esperanza de superar el bronce de Atlanta. Y es que está convencido de que el equipo español de goalball debe ir a por el oro. "Debemos participar siempre aspirando a medalla", asegura.

Dos nadadoras zaragozanas

Otra sorprendida al conocer que debía partir rumbo a Grecia fue Regina Cachán. Estudiante de 25 años y aficionada a tocar el piano, ya puede presumir de haber ganado tres oros y una plata en el Campeonato del Mundo de 1994, y dos segundos puestos en el 92. Nadará los 50 mariposa y espalda, y todavía no sabe si lo hará en relevos. En todo caso su objetivo es claro: "Meterme en las finales y bajar tiempos, porque la medalla pilla un poco lejos", explica, aunque confía en que los nadadores españoles "en general quedarán bien".

Junto a Cachán y Abenia partirá Teresa Perales, quien, a sus 28 años, desprende ilusión y optimismo. Empezó a competir en 1997, sólo tres años antes de subirse cinco veces al podio en Sydney. Con semejante palmarés es lógico que esta vez vaya a por el oro, aunque sabe que no será fácil, sobre todo al pensar en sus más duras rivales, una rusa y una ucraniana, que Roberto no tarda en recordarle. "En los últimos Juegos me quedé a las puertas, pero siendo realista es muy difícil", reconoce Perales. Se entrena cinco horas diarias, que debe compatibilizar con su cargo como diputada del PAR en las Cortes de Aragón.

Gracias a la aprobación unánime de la Cámara podrá ir a Grecia. "Nunca antes un diputado aragonés ha participado en unos Juegos", recuerda. Lo único que lamenta es no poder dedicar más tiempo a la familia y los amigos. Los 50 mariposa, libres y espalda, los 100 libres y, probablemente, los relevos y los 100 braza, le permitirán comprobar si el sacrificio ha merecido la pena.

La actuación de España en Sydney, donde se consolidó como quinta potencia paralímpica, hace creer que el optimismo de estos tres aragoneses no es infundado. No obstante, de cara al 2008, el deporte paralímpico regional deberá pensar en el relevo generacional. Como apunta Teresa. "Nos vamos haciendo mayores, cada uno va teniendo su trabajo...". Aunque ahora lo que les preocupa es Atenas. Así que sueñan con regresar del olimpo como dioses, con unas cuentas medallas en la maleta.