No cambia el discurso ni el tono Joaquín Ruiz Lorente, ni con las victorias, ni con las derrotas. "Es verdad que ahora estamos en un buen momento, pero eso nos tiene que dar confianza pero jamás euforia. Eso quiero que quede bien claro y no me cansaré de repetírselo a los jugadores y si hace falta a la prensa y al público. Tenemos que tener humildad por encima de todo, en mayúsculas", dijo el técnico nada más ganar al Laboral Kutxa.

El zaragozano fue el primer sorprendido por el cambio de su equipo en apenas 48 horas. "Sorprende que el otro día no estuviéramos acertados y hoy venimos y jugamos un grandísimo baloncesto de ataque, en la línea de lo que veníamos haciendo antes del partido de Andorra. Hemos estado muy acertados y eso te lleva a que todo el mundo se sintiera muy cómodo. Hemos compartido el balón, todo el mundo ha encontrado muy buenos tiros e, independientemente de que nos hayan metido 94 puntos porque son uno de los mejores ataques de la Liga, hace que no esté descontento con la defensa", indicó Ruiz.

La sensación global solo pudo ser positiva. "Lo importante es que hoy hemos vuelto a tomar esa sensación de equipo ofensivo y competitivo. La afición creo que ha disfrutado con nuestro juego y los jugadores, que es lo más importante, han disfrutado sobre la cancha". Eso sí, el técnico ve la Copa igual de cerca o igual de lejos que antes. "Esto es durísimo. Fue durísima la Eurocup y es muy difícil meterse en la Copa del Rey. No podemos relajarnos, tenemos que ponernos el mono de trabajo, seguir sufriendo y trabajando".

La plantilla también se marchó satisfecha, especialmente Jason Robinson. "Queríamos recuperarnos después del mal partido en Andorra, jugar mejor, y lo hemos conseguido. He tenido la oportunidad y la he aprovechado, lo he hecho y por supuesto que lo volvería a hacer, pero estoy aquí para ser un líder dentro de este equipo", dijo el jugador estadounidense.