En contra de las voces que se han levantado para mantener que en una final deben jugar todos los galácticos , Carlos Queiroz, técnico del Madrid, ha mantenido su criterio hasta el cierre de esta competición. César Sánchez (Coria, Cáceres, 2-9-1971) abandonará la alargada sombra de Casillas y defenderá la portería del Madrid, en la que será su segunda final.

Lo suyo es la Copa, aunque detesta que le encasillen como portero de una sola competición. "Soy un jugador que está a disposición del entrenador", afirma el meta extremeño. Sin embargo, en el torneo copero abandona el rebufo de Iker para oír una palabra que le resulta muy poco familiar: titular. Lo ha sido en todos los encuentros, a excepción de los dos ante el Eibar por lesión. Ahora no tiene más remedio que estar preparado, aunque lleve 35 días sin ponerse bajo los palos.

César llegó al Madrid procedente del Valladolid en la temporada 2000-01, pero se topó con un chavalín llamado a convertirse en uno de los mejores del mundo. Casillas no sólo le cerró el paso, sino que se vistió de héroe en la final de Champions en Glasgow, en la que sustituyó al lesionado César en la segunda mitad. Hace dos temporadas, el cacereño se estrelló en la final de Copa el día del llamado Centenariazo ante el Deportivo. Hoy espera un final feliz en su epílogo copero.