CCOO descarta que el diálogo social acabe con un gran pacto para la competitividad y el empleo como desea el Gobierno, de la magnitud al que firmaron en 1997 con el PP. Su propósito es lograr acuerdos parciales sobre algunas materias "huyendo de los grandes montajes y escenarios de cartón-piedra", según el secretario de comunicación y portavoz del sindicato, Fernando Lezcano.

"Es difícil saber si el Gobierno tiene claro su papel en el diálogo social o si tan solo tiene una idea somera", dijo el dirigente de CCOO, muy critico con las "contradicciones" del Ejecutivo con algunas propuestas sociales. "Los ministros deberían coordinarse más porque no son buenos los mensajes que desorientan".

En el mismo tono crítico, reconoció que los programas electorales no siempre se ajustan a la acción de gobierno y fue más allá al sugerir que el del PSOE fue pensado para ejercer de oposición, no para ser Ejecutivo.

La central que dirige José María Fidalgo es partidaria de que el Gobierno se implique en el diálogo entre empresarios y trabajadores, dándo coherencia política, porque, según explicaron, no están dispuestos a ceñirse sólo a las decisiones de Economía o de Trabajo: "Vamos a ser tan cooperativos como exigentes pero no más que con otro gobierno".

CELEBRACION ELECTORAL El calendario de la negociación sugerido por el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, y por el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, no puede ser "un dogal" para el diálogo. Por esa razón, CCOO consensuará a final de mes con UGT, la CEOE y el Gobierno una declaración conjunta de intenciones sobre las materias a negociar, como estaba previsto. "Luego se verá lo que dan de sí las mesas de diálogo". El dirigente de CCOO rechazó que sea imprescindible llegar a un gran acuerdo en la primavera del 2005 como quiere Caldera "para celebrar las elecciones de marzo".

Sobre la comisión de expertos que ha recibido el encargo del ministro de analizar las anteriores reformas laborales, Lezcano dijo que es "cosa del Gobierno" y que no puede "condicionar el ritmo de la negociación ni dar recetas". Trabajo quería conocer el dictamen antes de abordar la reforma laboral y contaba con iniciarla en enero del 2005.

CONVENIOS Ni la moderación salarial, ni la reforma de la negociación colectiva serán temas a tratar en la mesa a pesar de que han sido sugeridos por el Gobierno. En el caso de que se discutan modificaciones en los convenios "no será sobre la base de lo que apuntan algunos", avisó Lezcano refiriéndose a la demanda de flexibilidad de los empresarios. CCOO presentará propuestas sobre cohesión social y empleo estable, pero ve innecesario buscar fórmulas "imaginativas" o de reducción de cotizaciones para reducir la temporalidad, puede bastar con aumentar la inspección de Trabajo.