Mónica Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios (un lobi caracterizado por su pronunciado liberalismo económico), aseguró ayer preferir como empleada a una "mujer de más de 45 años o de menos de 25 años, porque como se quede embarazada nos encontramos con el problema". Sus palabras fueron condenadas con una unanimidad poco habitual por el Gobierno, la oposición, los sindicatos y asociaciones de empresarias y ejecutivas. La empresaria criticó los derechos laborales concedidos a las trabajadoras. "No nos están dando igualdad de condiciones, sino condenando", aseguró tras criticar que las empleadas no puedan ser despedidas, "lo hagan bien o lo hagan mal", en los "11 años" posteriores a volver al puesto de trabajo tras el permiso de maternidad.

ELEGIR A UN HOMBRE "Esta protección a la mujer desvincula la permanencia en el puesto de trabajo a su alineamiento con los intereses de la empresa. Como resultado, la productividad disminuye enormemente y, como segunda derivada, el director de recursos humanos elige antes a un hombre que a una mujer", aseveró. "Estamos generando tal cantidad de regulación en España para favorecer a la mujer que lo que estamos haciendo es aislarla de una carrera profesional", mantuvo.

Oriol aseguró que lograr un empleo para una mujer es fácil: "Hay igualdad de oportunidades y todas tenemos el trabajo que queremos tener". El problema, matizó, es "cómo subes" a los puestos de responsabilidad. Para lograr que haya más presencia femenina en los altos cargos de las compañías, aseguró, hace falta más "sacrificio" y menos leyes.

El problema, a su juicio, es que no hay suficientes mujeres dispuestas a asumir ese esfuerzo. "Cuando le dices a una mujer de 35 años si quiere volver tarde por la noche y viajar constantemente, la realidad es que no. Llegar a puestos directivos no se consigue con cuotas o regulaciones, sino con que la mujer sepa que un puesto directivo requiere sacrificio", subrayó. Para las que sí estén dispuestas a asumirlos para llegar a la alta dirección, añadió, la mejor opción es casarse con un "funcionario o con un marido al que le gusten mucho los niños".

La empresaria también reveló que entró en el consejo de administración de una empresa por la cuota femenina mínima que se exige. "Cuando llegué, éramos las cuotas, pero no decíamos tonterías ... En un consejo de administración, la edad media son 56 años y casi todo hombres, que esperaban poco de nosotras, pero conocer es amar", agregó.

Sus declaraciones produjeron una catarata de peticiones de rectificación y dimisión. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, las tildó de "muy desafortunadas", mientras que la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, aseguró que el Gobierno pondrá en marcha un plan de apoyo a la maternidad para que "ninguna mujer renuncie a tener un hijo por cuestiones económicas, laborales o sociales". La secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Susana Camarero, añadió que "siendo mujer, hace un flaco favor a la igualdad de oportunidades". La secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Montón, pidió al Gobierno que investigue si la compañía Seguriber, que dirige Oriol, incumple la legislación actual relacionada con la maternidad. IU y UPD reclamaron a las administraciones que no contraten a sus empresas. Y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias le acusó de hacer "daño" a la igualdad de oportunidades. En un comunicado, el Círculo aseguró que Oriol había sido malinterpretada, ya que su objetivo era llamar la atención sobre la "necesidad de eliminar las barreras existentes" a la contratación de mujeres.