El plan de viabilidad de Arento ha abierto un conflicto entre el Gobierno de Aragón y el grupo cooperativo. Cuando parecía que se había encontrado el camino para solucionar los problemas financieros que arrastra la sociedad (excesivo endeudamiento a corto plazo), el Ejecutivo autonómico deja en el aire la concesión de un aval de 14,4 millones. Este respaldo es una de las piezas sobre las que pivota la reestructuración financiera de Arento (pactada con un total de 20 entidades), su ampliación de capital (cuatro millones de euros aportados por las cooperativas socias) y la nueva hoja de ruta del grupo, que contempla desinversiones, cambios estructurales y en la cúpula (se ha relevado al presidente y al director general de la sociedad) y una nueva forma de gestionar el mayor grupo cooperativo de la comunidad.

Ayer, el presidente de Aragón, Javier Lambán, instó a que el plan de viabilidad que presente Arento -su consejo rector lo aprobó el pasado mes de abril- «satisfaga los requisitos jurídicos y técnicos» para poder activar el aval que comprometió la DGA.

Lambán, que dijo ocuparse «casi personalmente» de este asunto por su relevancia, confió en encontrar «una solución» a este problema, que es «grave» porque «afecta a muchas cooperativas». El jefe del Ejecutivo aragonés aludía así a la información adelantada por este diario sobre las deficiencias detectadas por la DGA en el documento que le entregó Arento hace solo unas semanas.

«Por prescripciones puramente jurídicas y técnicas y no por voluntad política», que Lambán aseguró que la tiene «toda», es necesario que el plan de viabilidad que presente Arento «satisfaga todos los requisitos exigidos». «De una u otra forma tenemos que sacarlo adelante», enfatizó el jefe del Ejecutivo aragonés poco antes de asistir a la asamblea general de CEOE Aragón.

RÉPLICA / El nuevo escenario sorprendió al grupo agroalimenaria que considera que la hoja de ruta trazada lleva su curso y que el plan de viabilidad, en el que trabaja conjuntamente con la consultora Deloitte, es «totalmente consistente». De hecho, el presidente de Arento, Enrique Arcéiz subrayó que el documento cuenta con el aval de las entidades financieras con las que la sociedad ha conseguido reestructurar su deuda.

Esta colisión entre la DGA y Arento llega en el momento menos esperado, ya que en los últimos cuatro meses, desde que se desencadenó la crisis del grupo cooperativo, el Ejecutivo y Arento han trabajado codo con codo para salvar esta complicada coyuntura. Ayer mismo, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, mantuvo un encuentro en el edificio Pignatelli con el presidente de Arento para analizar la situación.

El aval de 14,4 millones de euros ha obtenido el visto bueno por parte del Ministerio de Hacienda. Las Cortes de Aragón también informaron favorablemente sobre su aprobación.