Se siente "difamado y señalado por venganza", víctima de una "caza de brujas" por un asunto que "viene de mucho tiempo atrás", pero tranquilo porque, asegura, no ha cometido ningún delito. El exgerente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) Jamón de Teruel, Fernando Guillén, defendió ayer, tras prestar declaración como imputado durante más de cinco horas, que "todos los gastos" de una tarjeta bancaria de la que disponía como los obsequios a los consejeros "están justificados", así como las cuentas del consejo y de la sociedad Promorigen, en referencia a la investigación contable en el periodo 2009-2013 que lleva a cabo el juzgado de Instrucción número 3 de la capital turolense.

Guillén ocupó el cargo de director gerente del consejo desde el 2009 hasta finales del 2013, apenas seis meses después de que llegara a la presidencia Eugenio García Belenguer, quien presentó la denuncia por irregularidades que ha originado la investigación judicial. Desde julio --fecha del nombramiento de García-- hasta diciembre del año pasado, cuando fue destituido, Guillén estuvo la mitad del tiempo de baja. "Adelgacé 14 kilos en un mes y medio", reveló ayer a este diario. Sin embargo, sus acusaciones de mobbing contra García no se han traducido en ninguna demanda.

REGALOS

El exgerente destacó que cada año se hacían entre 160 y 180 actividades de promoción, tanto en Aragón como en España y en el extranjero, "lo que generaba unos gastos sobre los que hay justificación", insistió. Respecto a los regalos a los consejeros, señaló que no cree que sea "nada raro" entregar obsequios a unos consejeros "cuando no cobran dinero", igual que invitarles a una comida o al palco de la plaza de toros, "como hace cualquier empresa".

Guillén, que comenzó a trabajar para la DO en el 2004 como director técnico, se mostró contento por haber podido declarar ante el juez y "explicar muchas cosas que no se habían aclarado" sobre el funcionamiento tanto del consejo como de Promorigen, la sociedad creada para el fomento del jamón de Teruel. Respecto a las deficiencias investigadas en las cuentas, afirmó que "se llevaba la contabilidad como se tenía que llevar". "Aportaremos la documentación que haga falta", añadió en este sentido. "En mi declaración he dicho la verdad y nada más que la verdad. No hay nada oculto", reiteró. De momento, destacó que el juez no le ha comunicado que tenga que volver a declarar ni presentar ninguna documentación. "Quizá he podido cometer errores, pero le he dedicado muchos años de mi vida", afirmó.

Su testimonio llega después de que hayan declarado también como imputados otras 16 personas, entre ellos los dos últimos expresidentes y los exvocales del consejo del 2009 al 2013.