La inflación española dormita en una zona cercana al 0% que, lejos de suscitar preocupación en el Gobierno español, es percibida como "un dato positivo" que facilita la moderación de los salarios, "con el consiguiente impacto positivo en la competitividad de la producción y las exportaciones". Solo los sindicatos dan la voz de alarma por lo que consideran un síntoma del "profundo estancamiento" de la economía española que, desde su punto de vista, reclama una urgente reactivación de la demanda interna a través de la mejora de los salarios.

"Mientras que el único aspecto positivo del estancamiento de los precios es que no se traduce una pérdida significativa en el poder adquisitivo de trabajadores y pensionistas, en el actual contexto nos indica una paralización total de la economía", valoró UGT.

Los datos sobre el índice de precios de consumo (IPC) que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que la mitad de las 126 categorías de bienes y servicios que integran la cesta de la compra están en negativo, es decir, registraron en enero un nivel de precios inferior al que tenían en el 2013, según destacó ayer la fundación de las cajas de ahorros Funcas. La tasa más baja es la de los equipos telefónicos (-13,9%), y la más elevada, la de frutas en conserva y frutos secos (6,3%).

Hoy son más baratos que hace un año productos como los servicios telefónicos, equipos informáticos, electrodomésticos, transporte por ferrocarril, algunos alimentos como cordero y huevos, los hoteles y otros alojamientos y los coches (-0,3%), entre otros. También anotan una tasa negativa de inflación el vestido y el calzado, los carburantes y combustibles y el conjunto de ocio y cultura.

En cambio, cuesta más la leche, el tabaco, los suministros de agua, gas y luz, los medicamentos, la enseñanza superior y los viajes organizados, entre otros.

Si se toma el peso en la cesta de la compra de unos y otros, se llega a la conclusión de que el 43% de esta presiona a la baja sus precios, según estima el Instituto Flores de Lemus. "El sector servicios está siendo uno de los principales protagonistas del ajuste actual de precios", concluye el servicio de estudios de la Universidad Carlos III de Madrid. Con el primer dato de IPC del año, el INE ha modificado ligeramente el peso de los distintos bienes y servicios en la cesta de la compra, tomando en cuenta las últimas pautas de consumo. De cara al 2013, ganan peso en la cesta de la compra alimentos, medicina, enseñanza y los carburantes. En el patrón de consumo de las familias pierden peso, sin embargo, vestido y calzado, la compra de coches y el gasto en restaurantes, entre otros, reflejando el ajuste de las familias durante la crisis.

El sindicato CCOO llega a la conclusión de que los bienes y servicios básicos son los que, precisamente están subiendo. El sindicato denunció ayer "la elevada subida de bienes y servicios básicos para las familias en un contexto de fuerte devaluación salarial" y reclamó al Gobierno de Rajoy que se muestre activo "en el recorte de los privilegios de sectores no abiertos a la competencia, como el eléctrico".

¿Deflación?

Tal como ya anticiparon los datos del INE a finales del mes pasado, en enero, el IPC descendió el 1,3% respecto al mes anterior mientras que la tasa anual de inflación (en comparación con enero del año 2013) se situó en apenas el 0,2%. Es la tasa de inflación más baja registrada en un mes de enero desde que en 1961 se inauguró la serie estadística del IPC.

También es una de las tasas más bajas de los países zona euro. El IPC armonizado (IPCA) se situó en España en el 0,3%, frente a la media del 0,7% en la zona euro.

El dato señala a España como el país grande con menor tasa de inflación en al zona euro algo que, sin embargo, no parece preocupar al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Draghi interpreta el dato español como una palanca para la recuperación de la competitividad perdida desde la introducción del euro. El presidente del BCE no atisba, al menos aún, riesgo de deflación en la zona euro, entendida esta como una rebaja generalizada y persistente de precios que lleva a congelar decisiones de compra y azuza la recesión.

Entendida así, el Gobierno tampoco percibe riesgo de deflación en la economía española. En España, se registran tasas negativas de inflación Navarra (-0,4%), Ceuta y Melilla, Canarias y Extremadura. La tasa más elevada de inflación se sitúa en el País Vasco y Baleares (apenas el 0,6%), mientras que en el caso de Aragón se encuentra en el 0%.