A falta de una reunión tras el verano con el Gobierno para determinar el criterio de reparto de los nuevos subsidios, el sindicato CCOO ha calculado que 471.000 parados podrán beneficiarse del plan de empleo y ampliación de prestaciones acordado por los agentes sociales y el Gobierno en la reunión al más alto nivel mantenida el pasado 29 de julio en La Moncloa. La inmensa mayoría son los cabezas de familias desempleados que no tienen la formación necesaria para volver al mercado de trabajo y carecen de ingresos al haber agotado las prestaciones.

Con el acuerdo perfilado entre los máximos dirigentes de CCOO, UGT, CEOE y CEPYME y el jefe del Ejecutivo, se ampliarán las prestaciones para los desempleados con cargas familiares de 740.000 hogares en los que no hay ingresos, según los datos de la última encuesta de población activa (EPA).

El objetivo de la medida es "apuntalar el cambio de tendencia de la salida de la crisis de la que habla el Gobierno y que no llega a la gente", según Ana Herranz, miembro de la comisión ejecutiva de CCOO. Este sindicatos calcula que el plan de choque necesita de 2.500 millones de euros que deberían salir de lo que el Gobierno tiene previsto ahorrar con la reforma fiscal. Los mayores de 45 años y los jóvenes sin cualificación son los que tienen menos posibilidades de encontrar un empleo incluso cuando la economía se reactive.