La instalación de 33 empresas ligadas al sector aeronáutico está al alcance de la mano del aeródromo-aeropuerto de Teruel, propiedad del Gobierno de Aragón. Al menos así lo cree la compañía española Global 3 Aéreo (G3A), que quiere implantar en la terminal de Caudé el que denomina como "primer ecoparque aeroespacial", una plataforma empresarial especializada en el campo más innovador de esta industria y en el reciclaje de aviones.

Este polígono generaría 523 empleos en tres años y más de 1.300 puestos en diez años, según el plan de negocio de la promotora de este ambicioso proyecto. Cuesta creer que estas cifras puedan hacerse realidad teniendo en cuenta la escasez de inversión privada en Aragón y las dificultades para atraer empresas a la capital turolense. Además, la comunidad acumula sonados fracasos en el campo de la aeronáutica.

Pese a todo, Global 3 Aéreo confía en sus posibilidades. Esta sociedad, formada por 28 profesionales --ingenieros aeronáuticos, abogados, economistas... varios de ellos aragoneses--, asegura disponer de la capacidad inversora para llevarlo a cabo --30 millones de euros en una primera fase-- y cuenta con el aval de las citadas 33 empresas, las cuales se han interesado "por escrito" por el futuro ecoparque. La firma elude dar los nombres de estos posibles inquilinos por motivos de confidencialidad, con la excepción de Acciona.

La propuesta está encima de la mesa del Ejecutivo autonómico, según Global 3 Aéreo, con quien negocia desde septiembre la compra de terrenos. El ecoparque requeriría casi 4 hectáreas para una primera fase y hasta 13 hectáreas para su culminación. Si no logra un acuerdo con el Ejecutivo de Rudi, la compañía optará por otros emplazamientos en España como las huérfanas terminales de Ciudad Real o Castellón, entre otras. "Tenemos avanzadas negociaciones con diferentes aeropuertos", apuntó Miguel Ángel Castel, director del proyecto. Global 3 Aéreo se da seis meses de plazo para elegir la ubicación idónea.