En el IES Pablo Serrano de Zaragoza, los alumnos y alumnas de 1º de Bachillerato de Cultura Científica han hecho un estudio de la concentración de CO2 presente en las aulas como medida indirecta para mantener a raya los contagios de coronavirus en el centro educativo.

Los estudiantes han hecho mediciones de CO2 en cada una de sus aulas y han calculado cuántas puertas y ventanas tienen que tener abiertas para una ventilación adecuada y, por tanto, una concentración de CO2 óptima.

El objetivo de esta iniciativa es dificultar la transmisión del coronavirus en el caso de que estuviera presente en las aulas del instituto. Posteriormente, los jóvenes han realizado un vídeo en el que explican las conclusiones a las que han llegado.

Según los estudiantes, las mediciones de CO2 son "una manera indirecta de medir la concentración de coronavirus en aerosoles", que es de aproximadamente de 420 partículas por millón en exterior, pero que "aumenta considerablemente en espacios cerrados como son nuestras aulas".

"Un nivel excesivo de CO2 quiere decir que estamos respirando aire que otras personas ya han respirado. Por tanto, si hay alguna persona contagiada de covid-19 es más probable que se produzcan otros contagios", sostienen.

Para bajar la concentración de CO2, los alumnos aconsejan una "adecuada ventilación" para que este valor sea menor de 700 partículas por millón", cantidad recomendada para espacios cerrados.

¿Cómo se calcula la concentración de CO2 en las aulas?

Para realizar sus cálculos, los alumnos han utilizado un medidor de CO2 que también permite medir la temperatura y la humedad en cada una de las aulas analizadas.

"Este medidor nos dice la cantidad de partículas por millón que hay dentro de un aula y nos indica con un color verde si es una cantidad buena o con colores amarillo y rojo si es una cantidad que puede ser perjudicial para la salud", comentan en el video.

También se ha tenido en cuenta la superficie del aula, el número de alumnos en cada aula, y si las puertas y ventanas estaban cerradas o abiertas en el momento de la medición. "Con la puerta cerrada y si hay una o dos ventanas abiertas se supera el umbral de 700 partículas por millón, pero con tres ventanas abiertas baja a un nivel estable", aseguran los jóvenes.

Según los datos analizados por los alumnos, la diferencia es mucho mayor entre un aula con todas sus puertas y ventanas cerradas y un aula con todas sus puertas y ventanas abiertas.

En el primer caso, concentración de CO2 en el aire en el primer caso roza las 1.100 partículas por millón, lo que "genera un aire muy poco saludable", mientras que en el segundo ronda las 500 partículas por millón, es decir, la mitad si el espacio está totalmente ventilado.

¿Qué hacer para bajar la concentración de CO2 en el aula?

Tras haber realizado sus mediciones, los alumnos y alumnas de Bachillerato han extraído sus conclusiones y han realizado una serie de recomendaciones para mantener a raya el coronavirus dentro de las aulas. Son las siguientes:

  • Cuantas más ventanas estén abiertas mejor es la calidad del aire en el aula.
  • Si hay que cerrar la puerta, hacerlo con todas las ventanas abiertas y durante el menor tiempo posible.
  • Mantener la puerta y dos ventanas abiertas es clave para respetar el umbral de 700 partes por millón de CO2 que es la cantidad recomendada en espacios cerrados.