Sin las mujeres los derechos no son humanos. Así reza este mensaje en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (Argelia).

Hace 43 años que la supervivencia del pueblo saharaui se apoya en generaciones de mujeres. El 27 de febrero se cumple 44 años de la proclamación de la República Árabe Saharui Democrática. La fecha recuerda una vez mas la existencia de mas 200.000 personas que viven en el exilio en una de las regiones mas inhóspitas del mundo

En efecto, tras la descolonización española y la invasión de Marruecos, miles de saharauis huyeron de los bombardeos y terminaron organizándose en los campamentos de refugiados en Tinduf, un pequeño pedazo de desierto cedido por Argelia. Mujeres y niños construyen la población principal de estos campamentos: los hombres emigran para seguir la lucha en las zonas liberadas y son ellas las que llevan la organización y el sostén de lo que es hoy el país del pueblo saharaui en el exilio. Hoy en día, la mujer sigue siendo el eje de la sociedad saharaui. Este carácter típico de la mujer saharaui, no solo se ha desarrollado en los campamentos de refugiados, sino que muchas de las defensoras de derechos humanos en los territorios ocupados son mujeres, de hecho, la guía del pacifismo y la lucha por los derechos humanos representativa del Sáhara es una mujer, Aminetu Haidar. Pero hay miles de mujeres en el anonimato que día a día son el eje sobre el que se mantiene y crece la lucha de este pueblo.

Un papel primordial

Las mujeres han tenido un papel primordial en los campamentos. Desde el principio lo teníamos muy claro: las mujeres queríamos que hubiera una plataforma para nuestro futuro estado, no podíamos meternos todos en la guerra, Marruecos estaba bombardeando nuestra zona liberada donde murieron niños, mujeres, familias enteras. Entonces trasladamos los campamentos a este territorio cedido por Argelia. Lo primero que pensamos es que las mujeres organizaran e hicieran una vida relativamente normal para que nuestro pueblo no se extinguiera y los saharauis pudieran seguir existiendo.

Alguien tenía que encargarse de esto y las mujeres hemos asumido este papel y nos sentimos muy orgullosas de ello. Nos congratulamos porque la organización de nuestros campamentos es un ejemplo en todo el mundo. Hemos logrado que miles y miles de saharauis (niños ayer, hombres hoy) estén en los campamentos trabajando como médicos, profesores, ingenieros, etc. Gente que se ha educado cuando estábamos todavía bajo los bombardeos marroquíes.