¿Habéis escrito alguna vez una carta? Esta fue la pregunta que hicimos a los chicos y chicas de 1º de la ESO antes de iniciar este pequeño proyecto en el IES La Azucarera de Zaragoza. Sus caras lo decían todo. No estábamos hablando de correos electrónicos o wassaps o historias compartidas en Instagram. Nos referíamos a una carta escrita a mano, con papel, con sobre, con sello, con un paseo hasta el buzón (cada vez más difíciles de encontrar) y con varios días de camino a su destino para luego esperar con emoción una respuesta.

En un siglo en el que los mensajes nos llegan a la velocidad de la luz por canales tecnológicos, descubrir la carta y todas sus posibilidades artísticas es una bonita reflexión. Los alumnos y las alumnas de 1º de ESO pueden dar fe de ello, y así lo vemos en la exposición que se muestra en la planta segunda de la biblioteca de nuestro instituto y que se acompaña en el expositor de la entrada con una selección de libros que tienen la carta como marco de la historia.

El proceso ha sido muy sencillo. Durante varias sesiones, en las materias de Plástica y Lengua Castellana, hemos tenido la oportunidad de aprender la estructura de una carta y de ver ejemplos de literatura epistolar, así como de diseñar nuestras propias colecciones de sellos usando técnicas de pintura diversas (retrato con manchas de color, paisaje con líneas o creación de flores con puntillismo).

También hemos entendido la función de este pequeño y vistoso elemento llamado sello, y hemos podido fabricar el sobre, personal y único, para nuestra carta manuscrita, aprendiendo a colocar los datos del destinatario y el remitente en el lugar que desde hace siglos les corresponde. Los resultados hablan por sí mismos: ¡Una maravilla!

Si todavía no has vivido la experiencia de escribir una carta para alguien que te importa, te invitamos a que lo pruebes en algún momento. Comprobarás que la sensación es única. No hay nada como abrir el buzón de casa y ver una carta de verdad, escrita a mano y de alguien que ha pensado en ti.