Uno de los efectos que podría tener la acumulación de elecciones en un solo año es que los ciudadanos se cansen de ir a votar y eso aumente la abstención. Una abstención que podría tener efectos inesperados en la composición de los futuros ayuntamientos y parlamentos, como ha sucedido en Andalucía con la irrupción del partido ultra derechista Vox. Ni siquiera los expertos en demoscopia, que estudian el comportamiento del electorado y hacen encuestas para averiguar los posibles resultados de los comicios, saben si la maratón electoral que nos espera puede influir de manera negativa en la participación.

Se supone que la participación es superior en las elecciones generales y también en las municipales, que registran más votantes que las autonómicas y europeas. En las generales vota el 75% del electorado, mientras que en las europeas lo hace un 50%. Pero con este calendario tan intenso estas cifras pueden variar. Si varias elecciones coinciden un mismo día, como pueden ser las municipales, autonómicas y europeas, todo apunta a que la participación será la misma en todas ellas. Sería muy raro que un ciudadano vote en una urna y se abstenga de hacerlo en otra.

Lo que está más claro es que tantas votaciones tendrán efectos para las arcas públicas. Quizá conozcas a alguien de tu entorno al que le haya tocado alguna vez ser presidente o vocal en una mesa electoral. Estos cargos se eligen por sorteo entre todos los ciudadanos que participan en las elecciones y si te toca, tienes que cumplir por ley con esta obligación.

Llega el día de las elecciones y todo se pone en marcha en el colegio electoral: las listas de los electores censados en ese colegio, las urnas, las papeletas, etc. Todo preparado para lo que muchos denominan «la gran fiesta» de la democracia. Pero, ¿qué coste tiene celebrar unas elecciones? El de las autonómicas oscila entre los 10 y los 25 millones de euros dependiendo de la comunidad autónoma. Las últimas elecciones generales al Congreso de los Diputados y al Senado tuvieron un presupuesto de 130 millones de euros, mientras que las europeas también rondan los 100 millones de euros. Los cálculos elevan a casi a 400 millones de euros, incluyendo las europeas, lo que gastaremos en elecciones durante este 2019.