El año pasado conocí a la deportista aragonesa más laureada de la historia del deporte español. Patiné con ella en una pista de hielo. Lo que más recuerdo fue su primer consejo: «Primero estudia y luego patina, no hagas como yo».

Ella empezó a patinar a los 4 años, animada por sus padres, en el club Domingo Miral. A los 5 años fue campeona de Aragón y poco a poco fue logrando grandes triunfos destacando sus 15 medallas de oro en campeonatos mundiales. También le concedieron muchos otros premios: Premio Nacional del Deporte, hija predilecta de Zaragoza, medalla de oro al mérito deportivo, etc.

Ahora que conozco todos sus triunfos, también la admiro por su sencillez, su humildad y cercanía. Destacaría también de ella su coraje y fuerza de voluntad que le ha llevado a ser la mejor patinadora del mundo en patinaje de velocidad sobre patines en línea.

Sheila Herrero se retiró de las competiciones en el 2003, a los 27 años, después de haber dado a conocer nuestra tierra por el mundo.